La edad de hierro
Hierro: La historia de origen
Los rumores llegan a tu aldea lentamente. El ejército del rey ha sido derrotado y los invasores van a tu encuentro. Tienen armas que pareen mucho más letales que las tuyas. Sus soldados están armados y resguardados con una extraña nueva tecnología. Peor aún, superan a tu pueblo en cantidad. Su tecnología avanzada les permite mantener a poblaciones más extensas y reformar el mundo a su alrededor. Mientras van pululando las riveras de Mesopotamia, dejan un rastro de fuego asolando cada bosque a su paso. Aunque no se trata de invasores con capacidades sobrehumanas. Son humanos, y han aprendido a aprovechar el metal más común de la Tierra: el hierro.
La historia temprana del humano por lo general comprende tres periodos de estudio: las Eras de Piedra, de Bronce y de Hierro. Los historiadores periodizan la historia de la humanidad temprana de esta forma a causa de que las herramientas fabricadas de materiales sólidos como el metal y la piedra son a menudo los únicos remanentes de estas sociedades antiguas. Varía según la región, pero esta periodización es más precisa cuando se habla sobre Eurafrasia.
La edad de hierro a penas duró del 1500 a.C. al 500 a.C. En la actualidad estamos acostumbrados al hierro, sin embargo, la tecnología para fabricar hierro fue una innovación importante y le tomó a la población miles de años descubrirla. La fundición del bronce1 no era exactamente un proceso sencillo, así que comparemos. Para crear bronce, se combina estaño y cobre, derritiéndolos a unos 950 grados Celsius. Los humanos primitivos podrían realizar esto en un horno de alfarería. El hierro requiere de un horno que puede soportar 1.538 grados Celsius; mucho más caliente que un horno de alfarería. Una de las grandes ventajas del hierro era que solo se necesita un metal, que es mucho más fácil de conseguir que el cobre o el estaño.
El momento de las primeras tecnologías para fundir hierro es importante. Varios estados importantes en el Mediterráneo oriental comenzaron a colapsar alrededor del 1200 a.C., a fines de la Era de Bronce. Las culturas egipcias, griegas e hititas se enfrentaron a crisis por igual. Varios factores diferentes causaron este colapso, incluidos terremotos, sequías y la invasión de un grupo misterioso conocido como los “Pueblos del mar”. La introducción de la tecnología de hierro, combinada con este colapso, convirtió rápidamente el mundo antiguo en algo que comenzó a tener un aspecto bastante menos antiguo. En el amanecer de la catástrofe ecológica y la invasión, el hierro reformó las dinámicas de poder regional, las redes comerciales, entornos naturales y los ordenes sociales de la humanidad desde el Mediterráneo a China.
Espadas en arados: El hierro reformó las dinámicas de poder
Cuando hablamos de la Edad de Hierro, por lo general imaginamos espadas, pero eso no es todo lo que hizo del hierro una tecnología tan poderosa. Claro, las armas de hierro son más fuertes que las de bronce, pero la ventaja real es que el hierro es más fácil de crear. Todo se resume a la composición química de la Tierra. El hierro es el metal más abundante sobre la faz de la tierra, por eso es tan fácil obtenerlo.
El cobre y el estaño necesarios para crear bronce son difíciles de encontrar y no siempre se encuentran en la misma zona. Los estados que usaban la tecnología de bronce para vestir a sus ejércitos dependían del comercio para obtener uno o ambos metales. Cuando la guerra o un desastre de mayor escala como el colapso a fines de la Edad de Bronce irrumpieron en el comercio, no fueron capaces de fabricar armas y herramientas. Mientras tanto, las sociedades que resolvieron el problema del horno de alta temperatura fueron capaces de fortalecerse mucho más a comienzos de la Edad de Hierro. Repentinamente, se encontraron con la posibilidad de fabricar armas y herramientas a un ritmo más acelerado y a menor costo.
Más mineral: El hierro reforma las redes comercial
La antigua Eurasia estaba interconectada y era independiente durante las edades de bronce y hierro. Las guerras y el comercio conectaban el Mediterráneo oriental con la India occidental y los terrenos entre medio. Los ejércitos y los mercaderes llevaron las tecnologías de bronce y hierro a lo largo de estas redes comerciales durante varios siglos. Las comunidades en zonas mundiales excluidas de estas redes, como el continente americano y el Océano Pacífico, quedaron fuera de las transformaciones de la Edad de Hierro. Estas zonas no utilizarían la tecnología de hierro hasya el siglo XVI d.C.
La evidencia más temprana de la extensa fundición de hierro proviene de los hititas, quienes gobernaron bajo un imperio en Anatolia alrededor del 1500 a.C. al 1177 a.C.
La tecnología de fundición de hierro se propago poco a poco desde Anatolia y Mesopotamia a través de Eurasia. Alrededor de 1000 a.C., los agricultores indios necesitaban más campos de arroz para alimentar a una cantidad creciente de población en nuevas ciudades. Por lo que usaron herramientas de hierro para despejar los bosques alrededor de los grandes ríos del subcontinente para hacer espacio para el arroz. Para el 700 a.C., la población en China adoptó la tecnología de fundición de hierro, innovando en la producción de hierro mediante el desarrollo de hornos de mayor tamaño e incluso con mayo capacidad de temperatura para derretir el hierro a un estado más líquido. Eso implicaba que podía vertirse en moldes, un método conocido como hierro fundido. Este tipo de metal era demasiado quebradizo para las armas, pero era excelente para fabricar arados, herramientas, ollas y arte en hierro barato. La abundancia de herramientas de hierro fundido permitió a los agricultores chinos aumentar a intensificar la producción agrícola. Más comida derivó en un incremento más rápido de la población en China, tal como lo había propiciado la tecnología del hierro en Mesopotamia y la India.
Existe evidencia que sugiere que la tecnología de fundición de hierro se desarrolló de forma independiente en el África subsahariana aproximadamente al mismo tiempo que los hititas comenzaron a trabajar con el metal. En África Central, varias comunidades ya estaban conectadas por el idioma bantú2. Pero fue el hierro lo que les permitió talar los bosques africanos y extender sus sociedades agrícolas por una región más grande que Estados Unidos.
Convertir árboles en espadas: El hierro reforma el medio ambiente
Los seres humanos siempre han tenido un impacto en el medio ambiente, pero las sociedades de la Edad del Hierro reformaron el mundo de una forma inédita. Los hornos de fundición de hierro necesitaban mucho combustible. El combustible más abundante y de mayor combustión disponible para las sociedades antiguas era la madera.
Una vez que las personas comenzaron a usar herramientas de hierro, se volvieron dependientes de una mayor productividad para sostener poblaciones en crecimiento. Eso significaba que era necesario sembrar más cultivos. Entonces, cortaron más árboles para, 1) crear campos más grandes y 2) usar la madera para repostar sus hornos. Más madera significaba que podían fundir más hierro y alimentar a más personas. Incluso más personas significaban que necesitaban más herramientas de hierro, lo que requería, obviamente, más madera. Armados con nuevas hachas de hierro, los granjeros se dispusieron a cosechar más árboles y asolar más tierra. Pronto, los bosques comenzaron a desaparecer. Durante la mayor parte de la historia humana, las poblaciones se incrementaron poco a poco. Las eras de bronce y hierro dieron inicio al un auge en la población para las comunidades humanas antiguas.
El hierro forja relaciones sociales
A medida que el hierro ayudó a que las poblaciones crecieran, los imperios extendieron su alcance a territorios más grandes. Para el 800 a.C., el Imperio asirio dominaba Mesopotamia con un ejército de 200.000 soldados. Sostener un ejército tan grande solo fue posible con un gobierno eficiente y la tecnología de hierro. Ahora que los imperios gobernaban a la gente en lugares lejanos, se desarrollaron nuevas jerarquías sociales a medida que los gobernantes buscaban métodos para mantener unidos sus diversos imperios.
Incluso después de la Edad del Hierro, las tecnologías de fundición de hierro continuaron reformando las relaciones entre las personas. Los grandes imperios de Roma y la China Han dependían de las herramientas de hierro a medida que sus esfuerzos agrícolas se extendían rápidamente a nuevas áreas. Una vez más, más comida significaba que los imperios podían sustentar a más personas, ahora en ciudades con alta densidad poblacional. Para administrar sus grandes imperios, los gobernantes construyeron nuevas carreteras e infraestructura.3
En cuanto a las clases bajas, la tecnología del hierro significaba que incluso los campesinos podían comprar herramientas. Según el historiador Daniel Headrick, “para la mayoría de las personas, fue el hierro, no el bronce, lo que puso fin a la Edad de Piedra”.
El género importaba cuando se trataba del trabajo del hierro. La producción de hierro fue realizada por hombres en la mayoría de las regiones, con algunas variaciones. En lugares donde las mujeres dominaban la agricultura, como en gran parte de África Central, probablemente fueron ellas quienes impulsaron la adopción del hierro. Incluso aquí, sin embargo, la mayoría de los trabajadores metalúrgicos eran hombres. A medida que el hierro se volvió más importante para las comunidades, los hombres a menudo tenían más poder en esas comunidades.
Un metal, muchos caminos
El viaje a la tecnología del hierro tomó diferentes rutas. En el África bantú, la ruta incluía montículos de termitas y complejas relaciones de género. Las historiadoras Catherine Fourshey, Rhonda Gonzales y Christine Saidi explican cómo los enormes montículos de termitas de África Central ayudaron a inspirar los hornos de hierro. Las fundiciones de hierro bantú podrían reutilizar un montículo de termitas como base para un nuevo horno y luego usar arcilla del mismo montículo para construir las paredes del horno.
Cuando se trataba del trabajo del metal, la sociedad bantú no separaba estrictamente el "trabajo de los hombres" del “trabajo de las mujeres”. Era mucho más complejo. La evidencia del idioma bantú confirma que los hablantes de bantú realizaron conexiones que vinculan los montículos de termitas, la fundición de hierro y la maternidad. Los hornos de hierro estaban asociados a la idea de dar a luz, aunque eran los hombres quienes los trabajaban. De esta forma se vinculaba “la producción masculina de hierro” a la historia matrilineal a través de “la metáfora del nacimiento o reproducción femenina”. Las sociedades matrilineales rastrean la ascendencia a través de las madres. Este es solo un ejemplo de la variedad de relaciones que unen a los humanos con el trabajo del hierro, su entorno y entre ellos.
1 La fundición es el proceso de extraer metal de un mineral derritiéndolo. Mineral es un tipo de roca que tiene gran cantidad de metal dentro.
2 Bantú se refiere a un grupo de idiomas que se hablan en África Central y Meridional.
3 La infraestructura se refiere a las estructuras físicas y organizativas que permiten el funcionamiento de una sociedad. Puede referirse a estructuras físicas como puentes, carreteras y suministros de agua, pero también puede referirse a estructuras organizativas como el sistema de educación.
Fuentes
Cline, Eric. 1177 B.C.: The Year Civilization Collapsed. Princeton, NJ: Princeton University Press, 2014.
Fourshey, Cymone, Rhonda M. Gonzales, and Christine Saidi. Bantu Africa: 3500 BCE to the Present. Oxford: Oxford University Press, 2018.
Headrick, Daniel R. Technology: A World History. Oxford: Oxford University Press, 2009.
Marston, John M. “Agricultural Strategies and Political Economy in Ancient Anatolia.” American Journal of Archaeology 116, no. 3 (July 2012): 377-403.
Stremlin, Boris. “The Iron Age World-System.” History Compass 6, no. 3 (April 2008).
Bennett Sherry
Bennett Sherry tiene un doctorado en Historia de la Universidad de Pittsburgh y tiene experiencia docente de pregrado en historia mundial, derechos humanos y el Medio Oriente en la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de Maine en Augusta. Además, es investigador adjunto en el Centro de Historia Mundial de Pitt. Bennett escribe sobre refugiados y organizaciones internacionales en el siglo XX.
Créditos de las imágenes
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Portada: Herramientas de la posterior Edad de Hierro 1897 © THEPALMER / DigitalVision Vectors / Getty Images
Herramientas de piedra, húngaras del Neolítico, c. 5400-4000 a.C. Por Bjoertvedt, CC BY-SA 4.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Neolithic_stone_tools_Budapest_IMG_0726.jpg#/media/File:Neolithic_stone_tools_Budapest_IMG_0726.jpg
Espada de la Edad de Bronce, Dinastía Zhou Oriental, China, c. 500-400 a.C. Por British Museum, dominio público. https://www.britishmuseum.org/collectionimages/AN00349/AN00349245_001_l.jpg?width=304
Herramienta de agricultura de la Edad de Hierro. Por British Museum, dominio público. https://www.britishmuseum.org/collectionimages/AN00792/AN00792078_001_l.jpg
El Imperio Hitita, alcance aproximado del área máxima del gobierno hitita (verde claro) y el mandato hitita c. 1350-1300 a.C. (línea verde). Por Ikonact, CC BY-SA 3.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Map_Hittite_rule_en.svg#/media/File:Map_Hittite_rule_en.svg
Mapa de las familias idiomáticas importantes de África. Por SUM1, CC BY-SA 4.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Map_of_African_language_families.svg#/media/File:Map_of_African_language_families.svg
Hachas de las eras de Piedra, Bronce y Hierro. Por British Museum, dominio público. https://www.bmimages.com/preview.asp?image=00030369001&itemw=4&itemf=0005&itemstep=1&itemx=3
Montículo de termitas, Ghana Por Shawn Zamechek, CC BY 2.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Termite_mound_-_Ghana,_West_Africa.jpg#/media/File:Termite_mound_-_Ghana,_West_Africa.jpg
Horno de fundición de hierro, siglo XIX. Por National Archives of Malawi, CC BY-SA 4.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Iron_smelting_furnace,_late_19th_century.jpg#/media/File:Iron_smelting_furnace,_late_19th_century.jpg