Descripción general de los sistemas de creencias
Introducción - Las preguntas importantes
¿Por qué estamos aquí? ¿Tenemos un creador? ¿Qué pasa cuando morimos? ¿Cuál es el significado de la vida? Respondan con claridad y de forma concisa ya que su calificación final depende de ello.
Bueno, en realidad no, pero los humanos se han planteado estas importantes pregunta, sin importar el lugar o la época en que vivieron, por miles de años. De alguna forma aún no tenemos las respuestas definitivas. Pero las personas sí creen en una gran cantidad de explicaciones. Algunos creen en un dios omnisciente y omnipresente o en muchos dioses. Otros creen en una conexión espiritual que compartimos como humanos y con la Tierra. Los historiadores nombran estas diversas formas de pensamiento como “sistemas de creencias” o “sistemas de creencia”. Uno de los temas comunes es que todos estos sistemas de creencia parecen intentar dar respuesta a estas “importantes” preguntas sobre el significado de la vida y nuestro lugar en el universo.
Sin embargo, es importante no equiparar los “sistemas de creencias” precisamente con creencias religiosas o con organizaciones religiosas, libros sagrados, edificios especiales (como templos) y prácticas sagradas. Por supuesto, estas son todas piezas importantes de la historia de la humanidad. Muchas personas religiosas, incluidos la mayoría de judíos, hindúes, musulmanes y cristianos y muchos budistas, consideran que sus creencias, rituales y prácticas son sagrados porque provienen de Dios (o de los dioses). Pero muchas otras personas han participado en sistemas de creencias sin referirse a lo divino, como verán en sus estudios de la China confuciana o las filosofías griegas antiguas. A lo largo de la historia de la humanidad, se han propagado una amplia gama de sistemas de creencias y experiencias a raíz de nuestras pregunta importantes.
Estos sistemas diversos de creencia y rituales han evolucionado con el tiempo. Moldearon, y fueron moldeados por, los cambios en nuestras redes de interacción, en nuestras comunidades y en nuestra comprensión colectiva del mundo. Esta es una descripción general de alguno de estos cambios.
El espíritu humano: nuestros primeros sistemas de creencias
La creación de sistemas de creencias probablemente comienza con la humanidad misma. Miles de años atrás, los primates evolucionaron a nuevas formas de vida humanas pensantes en lo que denominamos la revolución cognitiva. La inconfundible capacidad humana de pensar de forma abstracta y comunicarse sobre las cosas más allá del “aquí y ahora” podría haber derivado en la creación de un mundo espiritual y a la larga, religioso.
Los primeros sistemas de creencia imaginaban un mundo espiritual, a menudo invisible, que existía junto al mundo físico de las comunidades humanas. Por ejemplo, algunas comunidades de recolectores pudieron haber creado canciones o danzas rituales u organizado cacerías para complacer a los espíritus en el mundo natural.
Algunos espíritus estaban apegados a ciertas personas, familias, lugares u objetos, mientras que otros controlaban ciertos aspectos de la vida. Había una increíble cantidad de diversidad entre las sociedades. Estos espíritus no eran dioses y estos sistemas de creencias no eran religiones; al menos no el sentido de las religiones organizadas de la actualidad. En cambio, todo el mundo natural formaba parte de este mundo espiritual, que a menudo se denomina animismo.
En las comunidades animistas, los seres espirituales pueden ser benévolos (amables) o maliciosos (traviesos) o francamente malvados. Las personas lidiaban con los espíritus conforme a estas cualidades. En ocasiones los rituales específicos como las danzas o sacrificios se realizaban para apaciguar a los espíritus o para pedir ayuda, o conseguir respuestas. En otras ocasiones, un adivino (alguien que recibía mensajes del mundo de los espíritus) o un chamán (alguien que entraba en un estado de trance para visitar el mundo de los espíritus) se comunicaba con el espíritu para lograr el resultado deseado. Muchos de los primeros sistemas de creencias también pretendían contactar a los ancestros que habían pasado al mundo de los espíritus. Todo estaba conectado, desde los humanos hasta la naturaleza y los espíritus, como fantasmas, hadas, monstruos y demonios. Los humanos pedían a estos espíritus la protección y bienestar en medio de las difíciles realidades de la vida terrenal. De esta manera, los sistemas de creencias ofrecieron alivio a las personas en un mundo agobiante y plagado de incertidumbres. El animismo sirvió de buena manera a nuestros ancestros. Ofreció a las personas conexiones significativas con el mundo que habitaban y unificó a las comunidades a través de rituales y creencias comunes. Permanece como un sistema común de creencia entre muchas personas hoy en día. Algunos historiadores, como John y William McNeil, creen que estos sistemas animistas de creencias merecen nuestro respeto ya que “Ninguna perspectiva mundial ha durado tanto tiempo ni ha sido explicada a tantos de manera tan convincente” (The Human Web, 18).
Comunidades de la fe: sistemas organizados de creencias en las sociedades primitivas
A medida que crecían las comunidades y se estructuraban más, algunos sistemas de creencias cambiaron. Esto probablemente tuvo mucho que ver con el desarrollo de jerarquías provocado por las primeras sociedades agrícolas. A medida que se formaron estas sociedades y la agricultura creó excedentes de alimentos, se desarrollaron la especialización del trabajo y las jerarquías sociales.
Ciertos miembros de la sociedad se convirtieron en especialistas, como sacerdotes y sacerdotisas que se comunicaban con dioses y diosas. Además, a medida que la religión se volvió más estructurada, les dio a los gobernantes una forma de establecer prácticas y creencias comunes que unían a todos los que vivían en el estado. El aumento de la organización de la religión otorgó a los gobernantes más control sobre sus súbditos, especialmente cuando el gobernante afirmaba ser un sacerdote-rey o divino (como un dios). Estos sistemas de creencias más estructurados generalmente tenían un panteón (gama de dioses y diosas) con una deidad principal o suprema (dios o diosa) en la parte superior. También tenían relatos de creación sobre cómo el mundo y los humanos se originaron. Mientras las redes de intercambio crecían y los imperios comenzaban a conquistar nuevos territorios, estas religiones y sus relatos comenzaron a propagarse. En última instancia, los sistemas de creencias comenzaron a cambiar y algunos espíritus de comunidades locales y rituales se incorporaron al panteón más amplio de deidades y prácticas religiosas.
Dios a todas partes: sistemas de creencias e ideas portátiles y universales
Otro cambio importante en nuestros sistemas de creencias e ideas se originó en algunas regiones hace unos 3.000 años a medida que aumentaban las redes y conexiones entre los pueblos afroeuroasiáticos. Muchos comenzaron a transformar sus sistemas de creencias locales específicos para hacerlos más portátiles. Las ideas también eran más universales, ya que estaban abiertas a personas fuera de su comunidad local.
El filósofo alemán Karl Jaspers fue uno de los primeros en argumentar que estos sistemas portátiles y universales de creencias eran diferentes de los anteriores en tres aspectos importantes. En primer lugar, a diferencia de los sistemas de creencias anteriores, estos no dependían de espíritus locales, rituales o ideas atadas a un lugar específico. Tal como hemos visto, en estos sistemas más antiguos, los adoradores debían estar cerca de un lugar sagrado, como un río o un altar o templo, para poder realizar los rituales o comunicarse con un espíritu o dios. Estos nuevos sistemas eran “portátiles” respecto a que podían transportarse a diferentes regiones. Podían realizar rituales y comunicarse con los espíritus, dioses y diosas desde cualquier parte. Una recopilación de escrituras o textos sagrados ayudó a que los sistemas de creencias pudieran viajar a nuevos lugares. Estos textos ayudaron a garantizar que los nuevos y los ya existentes creyentes fuesen capaces de realizar rituales según lo planeado por quienquiera que lo haya escrito. También era una forma de asegurarse de que siguieran siendo fieles a sus creencias y devotos en su fe.
En segundo lugar, estos nuevos sistemas de creencia fueron accesibles para personas más allá de las comunidades locales u originales de creyentes. Llamamos a estos sistemas “universales” porque podían practicarse por cualquiera que estuviese dispuesto a aprender y aceptar las creencias, ideas y rituales necesarios.
Finalmente, junto con la creencia y ritual estos sistemas inspiraron un cambio en el comportamiento. De una forma u otra, los nuevos sistemas, como el confucianismo, el hinduismo, el judaísmo, el cristianismo, el islamismo, el taoísmo y el zoroastrismo, entre otros, alentaron a las personas a ser desinteresadas, autodisciplinadas, autoconscientes y a incurrir en un comportamiento cooperativo hacia los demás. Muchos de estos sistemas portátiles y universales de creencias establecieron la compasión, la caridad, el respeto por la vida y el cuidado de los niños como comportamientos importantes y necesarios. Por supuesto, los primeros sistemas de creencias no portátiles y no universales con frecuencia podrían suscitar tales cualidades también. Pero los nuevos sistemas hicieron de estas características parte de sus escrituras sagradas, rituales y guiaron la forma de vivir de la gente.
Estos sistemas portátiles y universales de creencia afectaron y fueron perjudicados por las redes en expansión, población en aumento y sociedades más complejas como los imperios. Con el tiempo, algunos de estos sistemas de creencias o ideas se popularizaron o incluso se convirtieron en el sistema dominante entre la mayoría de las personas. Los historiadores se refieren a estos credos portátiles como “religiones del mundo” o sistemas de creencias universales.
Conclusión
A medida que las ideas continuaron su expansión a lo largo de las redes globales en nuevas áreas, nuevos seguidores se unieron a estas comunidades religiosas mundiales cada día. Pero los sistemas de creencias localizados aún existen, incluidas más prácticas espirituales o animistas. Además, las personas han mezclado muchas de estos sistemas de creencias a través de la historia en un proceso denominado sincretismo. E incluso después de miles de años de historia de la humanidad y la formación de los sistemas de creencias, la mayoría de estos sistemas religiosos y espirituales de creencia siguen intentando resolver aquellas mismas importantes preguntas que planteamos al inicio de este artículo:
- ¿Por qué estamos aquí?
- ¿Cuál es nuestro lugar en el universo?
- ¿Cuál es el significado de la vida?
Bob Bain
Bob Bain es profesor adjunto en la Facultad de Educación y en los Departamentos de Historia y Estudios de Museos de la Universidad de Michigan. También es director de la Iniciativa de historia y literatura mundial de U-M y jefe del cuerpo docente en el Proyecto Big History. Antes de irse a la U-M en 1998, enseñó historia y estudios sociales en la escuela secundaria durante 26 años. La investigación de Bain se centra en la enseñanza y el aprendizaje de la historia y las ciencias sociales en las aulas, en línea, en museos y hogares.
Bridgette Byrd O’Connor
Bridgette Byrd O'Connor tiene un doctorado en historia de la Universidad de Oxford y ha enseñado Gran Historia, Historia Mundial y AP del gobierno y política de los EE. UU. durante los últimos diez años a nivel de escuela secundaria. Además, es escritora independiente y editora de los programas de estudio del Proyecto Big History y del Curso Intensivo de Historia del Mundo y de la Historia de los Estados Unidos.
Créditos de las imágenes
Este trabajo tiene licencia CC BY 4.0 excepto lo siguiente:
Portada: Manos de un monje tibetano con un antiguo libro de oraciones mientras lee en el salón de sesiones de un monasterio en Tibet Central. © guenterguni / E+ / Getty Images
En esta página de Sueño de una noche de verano, Robín, un hada del mundo de los espíritus, crea problemas en nuestro mundo. El entorno imaginario de Shakespeare se basa en una variedad de creencias reales que provienen de una época pasada. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:A_midsummer-night%27s_dream_(1874)_(14764406192).jpg
Hueso oracular de la dinastía Shang en China, c. 1600-1046 a.C. Un adivino graba una pregunta en el hueso para preguntar si sucederá algo malo en los próximos 10 días. El gobernante Shang escribió que realizó la pregunta del adivino a un ancestro en un ritual de adoración. Por Editor at Large, CC BY-SA 2.5. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:CMOC_Treasures_of_Ancient_China_exhibit_-_oracle_bone_inscription.jpg#/media/File:CMOC_Treasures_of_Ancient_China_exhibit_-_oracle_bone_inscription.jpg
Faraón Sahura, (rey divino) del Antiguo Egipto, que reinó desde 2490 al 2477 a.C. Por Keith Schengili-Roberts, CC BY-SA 2.5. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:SahureAndNomeGod-CloseUpOfSahure_MetropolitanMuseum.png#/media/File:SahureAndNomeGod-CloseUpOfSahure_MetropolitanMuseum.png
Página de un Corán del siglo XI d.C. del Norte de África, albergado en el Museo Británico. Por LordHarris, CC BY-SA 3.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:IslamicGalleryBritishMuseum3.jpg#/media/File:IslamicGalleryBritishMuseum3.jpg