Muhammad Ali: La revolución industrial en Egipto

Por Trevor Getz
Durante el siglo XIX, Egipto se convirtió en uno de los principales productores de algodón y emprendió un proceso de desarrollo de una economía industrializada. Sin embargo, en última instancia la industrialización de Egipto fracasó, por razones que aún se comentan.

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A painting depicting a conversation between Egyptian and European men, overlooking the sea. A few of the men are seated, facing one another; one is smoking a hookah.

A comienzos del siglo XIX, Egipto se conectó con dos vastas regiones superpuestas. Una fue el enorme imperio de los sultanes otomanos. La otra fue el incluso más grande continente africano. Pero se convirtieron en inmensas zonas de comercio e interacción. Aunque ambas tenían problemas para encontrar su lugar en un mundo que se industrializaba más rápido de lo previsto.

Map of the Ottoman empire in 1829.
Imperio Otomano en 1829. Por Esemono, dominio público.

Durante siglos, el Imperio Otomano había estado en el centro del comercio euroasiático que fluía entre oriente y oeste. También había sido uno de los principales centros de fabricación. Los talleres en Siria, Líbano, Irak y otras partes del imperio producían artículos hechos a mano que con frecuencia tenían una gran demanda particularmente en Europa y África.

Pero la industrialización de Europa significó que bienes más baratos hechos a máquina pronto inundaron el Imperio Otomano. Estas mercancías también fueron a parar a regiones que alguna vez compraron productos otomanos. El resultado de esta repentina competición fue un aumento del desempleo y desindustrialización. Mientras tanto, la producción en gran parte de África había caído después de siglos de trata de esclavos en el Atlántico. África era cada vez más vista como un lugar que proporcionaba recursos y materias primas a las fábricas europeas y no como un lugar que pudiese tener fábricas propias.

Pero Egipto era un país africano que técnicamente seguía siendo parte del Imperio Otomano. Entonces, a principios del siglo XIX, si un nuevo gobernante egipcio quería industrializarse rápidamente, debía descubrir cuidadosamente cómo trabajar con los sultanes otomanos y con las grandes potencias europeas. Y por supuesto, no podía ignorar a la población de Egipto tampoco.

Muhammad Ali y la expansión industrial de Egipto

Este gobernante, Muhammad Ali, fue designado para controlar las fuerzas otomanas en Egipto en una época bastante difícil. Egipto recientemente había sufrido una derrota aplastante a manos del ejército francés de Napoleón Bonaparte en 1798. Con ayuda británica, las fuerzas otomanas eventualmente expulsaron a los franceses de Egipto. Siguiendo con esto, Ali se las arregló para implicar la independencia Egipcia del Imperio Otomano en todo, salvo el nombre. Ali puso en marcha una campaña de modernización, comenzando con su ejército. Exigió que los campesinos egipcios se alistaran, contrató a asesores europeos y compró armas modernas. Para 1831, se convirtió en el gobernante independiente eficaz de un Egipto más fuerte y moderno.

A painting of several men standing in front of several large sailing ships. Muhammad Ali, depicted in traditional clothing in the color green, is pointing at one of the ships.
Esta pintura, por un artista europeo, muestra a Muhammad Ali con vestimenta tradicional otomana, realizando negocios que implicaban embarcaciones modernas. Es cierto para su reputación como reformador y modernizador que aún valoraba las culturas y tradiciones de su propio país. Por Farouk Misr, dominio público.

La élite rural de Egipto tenía ideas propias. Ali hábilmente los mantuvo felices al restaurar muchas tradiciones egipcias y también fomentó un sentido de identidad egipcia compartida en toda la sociedad. Pero también introdujo muchos cambios para modernizar la economía de Egipto. Egipto ya se desempeñaba como productor de algodón a pequeña escala, que vendía su mercancía en Gran Bretaña, donde las fábricas británicas lo convertían en tela. Ali fomentó aun más la producción de algodón en Egipto. Esto cambió la vida de la mayoría de los campesinos egipcios. Los utilizaban para trabajar durante gran parte del año en el cultivo de alimentos, pero siempre descansaban en invierno. Después del siglo XIX, hombres, mujeres y niños seguían trabajando en el cultivo de alimento durante verano y otoño, y luego en invierno se les exigía trabajar en la producción de algodón.

A Graph with six columns showing average annual volume of cotton exports in Egypt, 1821-1849.

Con el dinero de esta producción de algodón, el gobierno de Ali comenzó a patrocinar fábricas para que Egipto pudiese obtener ganancias a raíz de su propia industrialización. Estas fábricas procesaban el algodón para convertirlo en ropa; comenzando con los uniformes para el nuevo ejército, pero también producían alimentos y otros tipos de mercancías. Para fines de la década de 1840, parecía que Egipto eventualmente se convertiría en una potencia industrial. Sin embargo, la economía egipcia sufrió una baja ralentizada en la segunda mitad del siglo XIX. Las fábricas cesaron sus funciones y para la década de 1880, Egipto estaba fuertemente endeudado con Gran Bretaña. Tan endeudado en realidad, que los bancos británicos y “consejeros” tomaban las decisiones.

¿Qué salió mal? Tres explicaciones...

Una explicación para el colapso de la economía egipcia fue una falla en el liderazgo. Muhammad Ali fue reemplazado por los miembros de su familia, pero algunos académicos discutían que no eran líderes demasiado eficaces. Su enfoque en la producción de algodón a costa de otros cultivos significaba que Egipto debía depender de una única exportación. Llevaban vidas de gran solemnidad y lujo, gastando en extravagancias mientras tomaban dinero prestado de los bancos europeos. Estos bancos utilizaron esta deuda para influir en los líderes de Egipto y, finalmente, llegaron a dictar gran parte de la política de Egipto.

Una segunda explicación para el fracaso egipcio se fundamentó en el medio ambiente. No contaban con los recursos de carbón que tenía Gran Bretaña y Europa, por lo cual las fábricas egipcias dependían de la fuerza de sus animales. Burros y otras criaturas fuertes, debían llevar arneses para accionar mecanismos que giraban los molinos y otras maquinarias que automatizaban el trabajo. Este sistema era más costoso y menos eficiente que la quema de carbón.
Una tercera explicación argumenta que la industria egipcia fue deliberadamente derrumbada por países que también trabajaban con tela y no deseaban la competencia. La mayoría de los grandes países industriales, como Gran Bretaña y Francia, habían impuesto aranceles (impuestos a la importación) sobre la tela importada para ayudar a sus propias industrias. Esto significaba que Egipto no podía venderlos a un precio competitivo. Aunque estos países también habían prohibido al Imperio Otomano, y por ende a Egipto, imponer tarifas sobre las mercancías europeas. Las fábricas egipcias simplemente no podían igualar sus precios bajos.

Reforma y tradición

Ante este difícil clima económico, la población egipcia tuvo un problema similar al que muchas naciones enfrentaron durante la industrialización. Algunos buscaron soluciones en la modernización o adquirieron un tono más europeo, mientras que otros deseaban volver a sus raíces islámicas. Algunos egipcios creían que las reformas inspiradas por occidente podían seguir funcionando dentro de la estructura islámica, como un tipo de punto intermedio. Un académico, Jamal al-Din al-Afghani, argumentó que el Islam podría modernizarse y mezclarse con la democracia. A él se unió Abd al-Rahman al- Jabarti, un intelectual nacido en una familia de eruditos musulmanes. Al-Jabarti estudió a los franceses durante su invasión y escribió sobre las ideas francesas que valía la pena adoptar y otras que pensó que deberían rechazarse.

Aún así, otro fue Rifa'a al-Tahtawi. Un joven líder religioso, o imán, al- Tahtawi viajó a Francia para estudiar la milicia y la tecnología científica para comenzar una nueva universidad en El Cairo. Él estudió geometría, física y matemática. Tras su regreso, argumentó que estas ideas eran totalmente compatibles con el Islam. Pero criticó a los eruditos franceses por ser demasiado seculares o no religiosos, y argumentó que la religión era necesaria para el uso apropiado y reflexivo de la ciencia.

Mientras tanto, los europeos seguían entrometiéndose en Egipto. Una de las razones fue el Canal de Suez, construido entre 1859 y 1869.Debido a que conectaba el Mar Mediterráneo con el Golfo de Suez del Mar Rojo, el canal era un atajo extremadamente valioso para que las potencias europeas accedieran a sus imperios coloniales. Todos deseaban controlarlo.

A drawn map of the Suez Canal, with three close-up images of Suez (a small town) and Kantara (a dock with a large sailing ship).
Impresión del artista del Canal de Suez, uniendo al Mediterráneo con el Mar Rojo (y luego al Océano Índico). Por Artmod, dominio público.

Los líderes egipcios no podían concordar en cómo lidiar con el problema de la intervención europea. Ya sufrían del estrés por el colapso industrial que llevó a su país a la quiebra. A la larga, en 1875, el rey vendió sus acciones en la Compañía del Canal de Suez a los británicos, dándoles el control de este importante recurso nacional. A un grupo de oficiales militares no les gustó la noticia. Liderados por el Coronel Ahmad Urabi, tomaron el control del gobierno egipcio en 1881, bajo un nuevo liderazgo nacionalista. Pero los imponentes británicos se aprovecharon de esta revuelta e inestabilidad para apoderarse del país. Le devolvieron el control a un rey, aunque solo para que actuase como una marioneta que pudieran controlar. Así, la industrialización e independencia real de Egipto habían terminado para 1882. Egipto no se convertiría en una nación-estado industrializada hasta mucho después bajo peores términos que aquellos planificados por Muhammad Ali.

Trevor Getz

Trevor Getz es profesor de historia africana y mundial en la Universidad Estatal de San Francisco. Ha escrito o editado once libros, entre los cuales se encuentra la historia gráfica galardonada Abina and the Important Men, y ha coproducido diversos documentales premiados. También es el autor de A Primer for Teaching African History, que explora preguntas sobre cómo deberíamos enseñar historia de África en la secundaria y en las clases de universidad.

Créditos de las imágenes

Creative Commons Este trabajo tiene licencia CC BY 4.0 excepto lo siguiente:

Portada: Entrevista con Mehemet Ali en su Palacio de Alejandría (12 de mayo de 1839) litografía publicada en 1849, David Roberts - Kunsthistorisches Museum Viena, dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Interview_with_Mehemet_Ali_in_his_Palace_at_Alexandria,_by_David_Roberts_and_Louis_Hague.jpg

Imperio Otomano en 1829. Por Esemono, dominio público. https://en.wikipedia.org/wiki/Territorial_evolution_of_the_Ottoman_Empire#/media/File:Territorial_changes_of_the_Ottoman_Empire_1829.jpg

Esta pintura, por un artista europeo, muestra a Muhammad Ali con vestimenta tradicional otomana, realizando negocios Es cierto para su reputación como reformador y modernizador que aún valoraba la cultura y tradiciones de su propio país. Por Farouk Misr, dominio público. https://en.wikipedia.org/wiki/Muhammad_Ali_of_Egypt#/media/File:Mouhamed_ali_army%26navy.jpg

Rifa’a al-Tahtawi, imán y científico. Dominio público. https://en.wikipedia.org/wiki/Rifa%27a_al-Tahtawi#/media/File:Tahtawi.jpg

Impresión del artista del Canal de Suez, uniendo al Mediterráneo con el Mar Rojo (y luego al Océano Índico). Por Artmod, dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/Suez_Canal#/media/File:Suez_Canal_1882.JPG