Los historiadores se han preguntado durante mucho tiempo si la agricultura fue un desarrollo positivo para los humanos. Es igualmente importante preguntar: ¿todos adoptaron la agricultura? En realidad, muchas comunidades no comenzaron a cultivar de inmediato, o en absoluto. Los historiadores están de acuerdo en que la agricultura no se hizo cargo por completo o de manera uniforme. Mientras continúa el debate sobre si la agricultura mejoró o no la forma de vida de los humanos, vale la pena considerar cómo las comunidades no agrícolas difieren de las agrícolas.

¿Qué significa que la agricultura no se haya adoptado de manera uniforme? Es desigual debido a que llegó a ciertas localidades, pero no a todas. Muchas comunidades comenzaron a cultivar de forma independiente y lo hicieron en momentos muy diferentes. Algunos comenzaron a cultivar hace más de 12.000 años, pero otros grupos no cultivaron durante milenios después de eso. Hoy en día todavía hay comunidades que no dependen principalmente de la agricultura.

La adopción también fue desigual en el sentido de que no siempre se adoptó de forma completa o lineal. Algunas comunidades cultivaron un poco, domesticaron algunos animales, pero permanecieron en gran parte nómadas. Otros cultivaban parte del año y dependían del comercio en otros momentos. Algunas comunidades que antes se dedicaban a la agricultura, como aquellas que ocupaban la región del Sahara en África, se convirtieron en pastores nómadas a medida que la región se volvía más árida. Las sociedades no agrícolas no desaparecieron después de la Revolución Neolítica. Todavía poblaban gran parte del mundo, desempeñaban papeles importantes en las redes comerciales y tenían estructuras sociales únicas.

Diferentes tipos de comunidades

Tal como aquellos que adoptaron la agricultura se asentaron en aldeas, pueblos y ciudades, ¿cómo vivían otras comunidades? En general, sus vidas no eran tan sedentarias. Pero eso no quiere decir que no cultivaran o domesticaran nada. De hecho, es un error pensar que la agricultura y la domesticación son lo mismo. Muchos grupos domesticaron animales y plantas, pero no dependieron de ellos por completo ni se establecieron de forma permanente para cultivar la tierra. Otros, llamados pastores, domesticaban animales, pero no cultivaban plantas con regularidad, y permanecieron en su mayoría nómadas. Aun así, otros principalmente recolectaban, como lo habían hecho sus antepasados durante milenios. La distinción entre estos grupos es confusa. La mayoría de las comunidades durante la era agraria temprana dependían de múltiples formas de producción de alimentos. Incluso los agricultores asentados siguieron cazando y pescando.

En el continente americano, la mayoría de las personas cazaron y recolectaron y cultivaron algunas plantas. Se domesticaron animales de manada como la alpaca y la llama. Los recursos marinos se encontraban en abundancia en algunas áreas. En la costa de América del Sur, así como en la región báltica del norte de Europa, la pesca sustentó asentamientos grandes y ricos. Estas comunidades se volvieron sedentarias hace unos 5.000 años atrás. No dependían de la agricultura, pero tampoco eran nómades.

Los animales eran fundamentales para la forma de vida de los pastores nómadas. El caballo fue quizás el animal más importante para los grupos de pastores de la estepa euroasiática. Los pastizales secos dificultaban la agricultura. Los caballos y otros animales de ganado proporcionaban proteínas en forma de productos lácteos y, a veces, de carne. Su estiércol proporcionaba combustible, sus pieles, ropa y refugio, y eran la principal tecnología de transporte.

Los grupos de pastores como los escitas eran conocidos por su experto dominio de los caballos y su fuerza militar. Herramientas como las monturas y los estribos hicieron a los caballos indispensables. El antiguo historiador griego Heródoto (c. 484 -425 a.C.), quien se encontró con muchos grupos nómadas durante sus viajes en la estepa euroasiática, describió a los escitas como:

"No teniendo ciudades ni fuertes, y llevando consigo sus viviendas a dondequiera que iban; acostumbrados, además, todos y cada uno de ellos, a disparar a lomo de caballo; y viviendo no de la ganadería, sino de su ganado, siendo sus carros las únicas casas que poseían, cómo pueden dejar de ser invencibles, e incluso inexpugnables."

Este pasaje de las Historias de Heródoto nos brinda una percepción sobre los estilos de vida de los grupos de pastores nómadas durante este período. Pero tal como ocurre con cualquier fuente, debemos pensar acerca de la perspectiva. Varias de las fuentes que tenemos acerca de los grupos nómadas fueron escritas por personas de grupos externos, como Heródoto. Apenas existen relatos de primera mano, ya que la mayoría de las comunidades nómadas no desarrollaron sistemas sólidos de escritura y mantenimiento de registros. Por lo tanto, debemos confiar en fuentes externas y también estudiar los grupos nómadas de hoy en día. Ninguno de estos métodos es perfecto, pero permiten a los académicos obtener una comprensión básica de cómo se organizaron algunos de estos grupos. Es importante recordar que en situaciones en donde escaseaban los recursos, los historiadores deben generalizar.

¿Cómo se organizaron generalmente estos grupos? Sabemos que las estructuras familiares son importantes. Las comunidades pastoriles, como los recolectores, a menudo se movían en grupos de cinco a una docena de familias. Cooperaban para gestionar la mano de obra y defenderse de los grupos externos. Sus familias no necesariamente se definían como aquellas familias agricultoras asentadas. En muchos casos, los niños nacidos de padres casados y solteros tenían el mismo estatus social. Por supuesto, los grupos nómadas eran diversos y tenían diferentes niveles de complejidad. Algunos pastores formaron pequeñas confederaciones y otros, como los Xiongnu, construyeron imperios.

Los roles de género en los grupos nómadas, ya sean pastores o recolectores, solían ser relativamente más libres que en las comunidades agrarias. Los hombres típicamente cuidaban el ganado, fabricaban armas y otras herramientas, cazaban y defendían a las comunidades. Las mujeres y los niños organizaban los hogares, hacían comida y ropa y cuidaban a los niños pequeños. Pero cuando los hombres estaban ausentes, particularmente durante su participación en excursiones militares, las mujeres asumían casi toda la responsabilidad. Cuando el grupo se mudaba, las mujeres solían desmontar y montar viviendas. También fueron entrenados en equitación y tiro con arco, ya que a veces tenían que defender a sus comunidades de los forasteros. Las tumbas de las mujeres a veces contenían armas, lo que sugiere que también cumplían una función en la vida militar. Un historiador chino de la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.), al describir un grupo nómada vecino, escribió que, “Al dibujar los cálculos y planes, los varones (hombres) se someten a la opinión de las féminas (mujeres) y resuelven por su cuenta solo los asuntos militares”.

Redes e intercambio

Tanto sociedades de pastores como las de recolectores tenían sistemas económicos variados. Muchos de estos sistemas incluían el comercio con comunidades asentadas. Los pastores a menudo intercambiaban productos lácteos, carne y lana por productos agrícolas, incluidos los cereales ricos en carbohidratos. Gran parte de este comercio estaba bien organizado y continuó así durante largos períodos de tiempo. De hecho, el comercio exitoso entre comunidades no agrícolas a menudo resultó en la creación de asentamientos a largo plazo en algunos centros comerciales. Los nómadas pastores suministraron y entregaron animales a lo largo de la Ruta de la Seda. Quienes frecuentaban la Ruta de la Seda necesitaban a estos nómadas para transporte y protección. Muchos asentamientos comenzaron a lo largo de la Ruta de la Seda. El intercambio entre Anatolia y el Mar Rojo ocasionó el establecimiento de ciudades comerciales en el Medio Oriente. En la Península Arábiga, los pastores árabes proporcionaron camellos y permitieron a las caravanas cruzar el escaso desierto, en algunos casos volviendo innecesarios los vehículos sobre ruedas.

Las comunidades no agrícolas se beneficiaron de las redes comerciales y contribuyeron a ellas. Pero también tenían conflictos con grupos de agricultores asentados. Muchas de las fuentes que tenemos sobre los pastores nómadas los describen negativamente. Los agricultores sedentarios a menudo formaban parte de sociedades ricas y poderosas. Pero también eran vulnerables al ataque. Asentarse significaba estar atado a la tierra y las posesiones; ser nómada significaba tener una comunidad móvil con un suministro de alimentos móvil. Esto permitió a los nómadas atacar y saquear recursos. Podían obtener acceso a productos agrícolas sin tener que cultivar o comerciar.

Por supuesto, esto enfurecía a las comunidades asentadas. Un ejemplo de un conflicto importante se dio entre los chinos y los grupos de pastores vecinos. Muchas dinastías chinas promovieron iniciativas de guerra masivas para someter a estos grupos nómadas. El historiador de la dinastía Han, Sima Qian (c. 147-87 a.C) escribió acerca de los Xiongnu del norte en su Records of the Grand Historian:

“A partir de la época de los emperadores Yao y Shun e incluso antes, oímos hablar de estas personas, conocidas como bárbaros de la montaña, Xianyun o Hunzhu, que vivían en la región de los bárbaros del norte y vagaban de un lugar a otro pastoreando a sus animales. Los animales que crían son principalmente caballos, vacas y ovejas... Se desplazan en busca de agua y pastos y no cuentan con ciudades amuralladas ni moradas fijas, ni se dedican a ningún tipo de agricultura. Sus tierras, sin embargo, se dividen en regiones bajo el control de varios líderes. No tienen escritura, e incluso las promesas y los acuerdos son meramente verbales. Los pequeños comienzan aprendiendo a montar ovejas y disparando a aves y ratas con un arco y una flecha, y cuando maduran un poco disparan a zorros y liebres, que se utilizaban para alimento. Además, todos los hombres jóvenes son capaces de usar un arco y actuar como caballería armada en tiempos de guerra. Es parte de sus costumbres llevar a pastar sus rebaños en tiempos de paz y cazar para vivir, pero en períodos de crisis toman las armas y salen en excursiones de saqueo y merodeo. Esta parece ser su naturaleza innata. Para armas de largo alcance, usan arcos y flechas y espadas y lanzas para corto alcance. Si la batalla sale según lo planeado seguirán adelante, pero si no, proceden a retirarse, ya que no consideran la huida como algo deshonroso. Su única preocupación es el provecho propio, y no saben nada de propiedad o derecho”.

Como podemos ver en este pasaje, Sima Qian considera a los Xiongnu como seres predadores, violentos y sin moral. Muchos grupos nómadas fueron descritos de esta manera por sociedades sedentarias. Sin embargo, es aconsejable ser crítico al leer estos relatos de personas ajenas. Ciertamente, los grupos nómadas tenían sus propios sistemas de moralidad y valores. Sus conflictos con grupos vecinos sugieren que no siempre fueron bien entendidos. Al final, todavía aprendemos mucho de estas fuentes sobre cómo vivían, trabajaban e interactuaban las diversas comunidades no agrícolas.