Islam
Introducción
El Islam fue fundado por el reformador religioso y profeta Mahoma. (ca. 570-632 d.C.). Nació en Arabia, se convirtió en comerciante y se casó con una viuda rica, Khadija. Hombre piadoso, cuando tenía alrededor de cuarenta años comenzó a tener visiones religiosas que lo instruían a predicar, lo cual continuó por el resto de su vida. Mahoma describió sus revelaciones en una prosa estilizada y a menudo con rimas como su Corán, o “recitación”. Sus seguidores memorizaron sus palabras y las escribieron. Poco después de la muerte del Profeta, los materiales memorizados y escritos se recopilaron y organizaron en una versión estándar oficial. Los musulmanes consideran el Corán como las palabras directas de Dios a su profeta Mahoma y, por lo tanto, es especialmente venerado. (Cuando los musulmanes de todo el mundo usan traducciones del Corán, se acompañan con el árabe original, el idioma de las revelaciones de Mahoma).
Las visiones de Mahoma le ordenaron predicar un mensaje de un solo Dios, lo que comenzó a hacer en su ciudad natal de La Meca. Reunió seguidores, aunque también suscitó resistencia. En 622 emigró con sus seguidores a Medina, un evento denominado hijra que marca el comienzo del calendario musulmán. En Medina, Mahoma tuvo más éxito, ganó adeptos y formó la primera umma, una palabra que significa “aquellos que cumplen con la voluntad de Dios”. Esta comunidad unificó a sus seguidores de diferentes tribus y estableció vínculos religiosos sobre la lealtad del clan. Él regresó a La Meca como cabecilla de un gran ejército. Pronto unió a los nómadas del desierto y a los mercaderes de las ciudades en una umma aún más grande de musulmanes. Cuando Mahoma murió en 632, las fuerzas musulmanas habían conquistado toda la península arábiga. La religión misma llegó a llamarse Islam, que significa “sumisión a Dios”. La Meca se transformó en su ciudad más sagrada.
Ideas religiosas
La autoridad política de los gobernantes musulmanes se extendió gracias a las victorias militares, pero las prácticas e ideas religiosas del Islam resultaron atractivas para la gente tanto dentro como fuera de los estados musulmanes, en parte debido a la naturaleza directa de sus doctrinas, y muchos se convirtieron. La teología monoteísta estricta señalada en el Corán tiene solo unas pocas enseñanzas centrales: Alá, la palabra arábiga para Dios, omnipotente y omnisciente. Mahoma, el profeta de Alá, predicaba su palabra y transmitía su mensaje. Todos los musulmanes tuvieron la obligación del jihad (textualmente, “esfuerzo propio”), aspirar a someterse a Dios, difundir el mandato de Dios y llevar una vida de virtud. De acuerdo con las cinco prácticas de la sharía musulmana, o ley sagrada: la manifestación de la fe en Dios y en Mahoma como profeta de Dios, la oración regular en el hogar o en las mezquitas, el ayuno durante el mes sagrado del Ramadán, dar limosnas (caridad) a los pobres, y una peregrinación a La Meca, si es posible, constituyen lo que se conoció como los Cinco Pilares del Islam. Además, el Corán prohíbe las bebidas alcohólicas y los juegos de azar, así como una serie de alimentos, como la carne de cerdo.
Mahoma hizo un llamado a la unidad dentro de la umma, pero poco después de su muerte, las opiniones de sus seguidores divergieron sobre quién era su verdadero sucesor, lo que resultó en asesinatos y guerra civil. Esta disputa creó una división permanente dentro del Islam entre un grupo más grande conocido como sunitas y un grupo más pequeño conocido como chiítas, que en ocasiones dio paso a la violencia. Esta división no frenó la expansión del Islam. A medida que Dar-al-Islam, la “morada del Islam”, creció, las leyes y prácticas que se habían desarrollado en la península arábiga se mezclaron con las tradiciones existentes y surgieron nuevas enseñanzas. Particularmente en ciudades como Bagdad y Córdoba, pensadores creativos y eruditos de muy diversos orígenes se basaron en el conocimiento griego, persa e indio, traduciendo obras hacia y desde el árabe y escribiendo nuevas obras.
El siglo VIII fue testigo de un movimiento místico dentro del Islam conocido como sufismo, que enfatizó en la experiencia espiritual personal. Los sufíes enseñaron que la revelación divina podría llegar no solo a los eruditos que estudiaban el Corán, sino también a ciertas personas santas que podrían perderse por completo y unirse con Dios. No se convirtieron en una rama separada, debido a que la mayoría de los sufíes enseñaba que aquellos que obtenían el conocimiento de Dios a través del misticismo aún debían seguir el Corán y prestar obediencia a la sharía.
Los sufíes eran a menudo ascetas errantes, venerados por su sabiduría y estilo de vida austero, y algunos eran poetas. Muchos llegaron a considerarlos como santos, realizaban peregrinaciones a los altares erigidos en su honor y participaban de rituales distintivos, que a menudo involucraban música, danza o la recitación de los textos sagrados. Los teólogos eruditos a veces se oponían a estos rituales, argumentando que alejaban a la gente de lo esencial del Islam, pero eran muy populares.
Sociedad y vida familiar
El Corán y otros textos sagrados del Islam recomendaban el matrimonio para todos y aprobaban el sexo heterosexual dentro del matrimonio para fines de procreación y placer. Como en el judaísmo, la mayoría de los maestros, jueces y líderes religiosos de las sociedades musulmanas eran hombres casados. La poligamia (cuando un hombre tiene más de una esposa) era común en la sociedad árabe antes de Mahoma, aunque generalmente se limitaba a las familias más ricas. El Corán restringió el número de esposas que un hombre podía tener a cuatro y obligó a que se las tratasen con respeto. Como en otros lugares, los matrimonios en las sociedades musulmanas generalmente eran arreglados por la familia. La producción de niños, especialmente hijos, era considerada como fundamental, con rituales y oraciones concebidos para ayudar a garantizar la procreación y supervivencia de la descendencia.
El Corán indica que tanto hombres como mujeres son totalmente iguales ante los ojos de Dios. Ambos son capaces de llegar al cielo y son responsables de llevar a cabo las tareas de los creyentes por sí mismos. Aunque deja en evidencia las distinciones claras entre hombres y mujeres, permitiendo que los hombres tengan hasta cuatro esposas y fijando la parte de la herencia de una hija en la mitad en cuanto a la correspondiente a un hijo. A pesar de que mujeres cumplieron una función importante en el desarrollo temprano del Islam, después de la primera generación la reclusión de las mujeres fue más común en el núcleo musulmán. Los hombres debían cumplir con sus obligaciones religiosas en público, en las mezquitas y en otras reuniones comunales, y las mujeres en el hogar, aunque las mujeres generalmente tenían acceso a una sección separada de la mezquita. Sin embargo, la ley musulmana permitía a las mujeres más derechos de propiedad de lo común en otros códigos de ley temporales, y las mujeres musulmanas ricas utilizaban su dinero para fundar escuelas, altares, hospitales y mezquitas.
La cultura islámica era urbana y comercial y otorgó a los mercaderes un respeto considerable. Los mercaderes musulmanes desarrollaron diversas prácticas comerciales que más tarde se difundirían, incluido el sakk (la palabra arábiga que es la raíz de término cheque), una orden dirigida a un banquero para pagar dinero en una cuenta a un tercero.
Desarrollos políticos y la propagación del Islam
Durante el siglo siguiente a la muerte de Mahoma, el mandato musulmán se extendió desde la península ibérica en el oeste de Asia Central y el Río Indo en el este, a lo largo de las rutas de comercio que por largo tiempo propiciaron el traslado de personas e ideas. El estado musulmán unificado, denominado califato, se dividió. Las dinastías regionales establecieron sus propios estados musulmanes en España, el norte de África, Egipto y otros lugares, que lucharon entre sí y vieron cómo las familias gobernantes ascendían y caían. Durante los siglos IX y X, los pueblos turcos en la estepas de Asia Central y Occidental se convirtieron al Islam y durante el siglo XIII también lo hicieron varios mongoles. Los comerciantes y maestros llevaron el Islam a África occidental en las rutas de caravanas con camellos que cruzaron el Sahara, y a la costa swahili (en árabe, “gente de la costa”) de África oriental y al sudeste asiático en los barcos que cruzaron el Océano Índico. Los matrimonios mixtos entre comerciantes musulmanes de tierras lejanas y mujeres locales a menudo resultaban cruciales para su crecimiento, y las mujeres brindaban acceso al poder a través de sus redes de parentesco. La gente se sentía atraída a las enseñanzas espirituales y morales, aprobación para el comercio y conexiones globales del Islam. El Islam también apeló a muchos gobernantes mediante una combinación de razones religiosas, políticas y comerciales.
Cuando las personas de cualquier nivel social se convertían, a menudo mezclaban sus ideas y rituales religiosos existentes. Pasaban estos a sus hijos y así se desarrollaban patrones muy diversos de prácticas, rituales y normas de conducta islámicas. Por ejemplo, en Arabia, Persia y el sur de Asia, la presencia de mujeres en público estaba restringida, pero en África occidental, el sudeste de Asia y las estepas de Asia Central, las mujeres a menudo trabajaban, socializaban y viajaban de forma independiente.
Los mercaderes o eruditos que visitaban áreas donde las actividades de las mujeres tenían una mayor restricción se sorprendieron por estas costumbres tan diferentes, al igual que por otros aspectos de la práctica islámica que diferían de los suyos. Esta diversidad ha seguido hasta hoy, cuando tenemos cerca de 1.8 mil millones de musulmanes, en cada país del mundo.
Fuente primaria: El Corán
El Corán está organizado en capítulos llamados suras, que se dividen en versículos. Esta es una traducción al español del primer sura, recitado en oraciones diarias y otras ocasiones.
Alabado sea Dios, señor del universo, el benefactor, el piadoso y maestro del día del juicio, te adoramos solo a ti y solo de ti esperamos recibir ayuda, guíanos por el sendero correcto, el sendero de aquellos a quienes has bendecido, aquellos que no son objeto de tu ira ni que se han descarriado.
Fuentes
Berkey, Jonathan P. The Formation of Islam: Religion and Society in the Near East, 600–1800. Cambridge: Cambridge University Press, 2003.
Esposito, John L. Islam: The Straight Path. 5th ed. Oxford: Oxford University Press, 2016.
Mattson, Ingrid. The Story of the Qur’an: Its History and Place in Muslim Life. 2nd ed. London: Wiley-Blackwell, 2013.
Merry E. Wiesner-Hanks
Merry E. Wiesner-Hanks es profesora distinguida de historia emérita en la Universidad de Wisconsin-Milwaukee y actualmente cumple funciones como presidenta de la Asociación de Historia Mundial. Es autora o editora de treinta libros que han aparecido en inglés, alemán, francés, italiano, español, portugués, griego, chino, turco y coreano.
Créditos de las imágenes
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Portada: El Hajj. Colección privada. Artista: Dehodencq, Alfred (1822-1882). © Photo by Fine Art Images/Heritage Images/Getty Images.
Este Corán del siglo XI, ahora en el Museo Británico, fue diseñado para leerse en voz alta, lo que fue y actualmente es una parte importante de la adoración musulmana. Las marcas pequeñas indican la pronunciación adecuada y las pausas. Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:IslamicGalleryBritishMuseum3.jpg
La Kaaba, la edificación de piedra negra en el centro de la mezquita más importante en La Meca, es el lugar más sagrado del Islam. Hoy en día, más de 2 millones de visitantes vienen a La Meca cada año durante el período de peregrinación de cinco días. Creative Commons Attribution- Share Alike 4.0 International. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Kaaba_during_Hajj.jpg#