Legalismo
Introducción
El período de Estados Beligerantes, que comenzó en 481 o 475 a.C. (dependiendo de la fuente) y finalizo en 221 a.C., fue una época de acaloradas luchas entre los estados rivales de China. Cuando flaqueó el control de la Dinastía Zhou Oriental sobre China, casi 100 pequeños estados comenzaron a luchar unos contra otros. Muchos de estos estados pequeños continuaron existiendo al comienzo del cuarto siglo a.C., aunque eran siete los estados más grandes que tenían un mayor poder que contemplaba los Qin y los Han. En tan solo 300 años, se habían librado más de 300 guerras. A raíz de estas numerosas batallas, la perspectiva dominante del humano durante esta época era bastante deprimente. Muchas personas creían que los humanos eran por naturaleza egoístas y se necesitaban leyes estrictas para mantenerlos bajo control. Como consecuencia, la filosofía conocida como legalismo se convirtió en el principio dominante para la organización del gobierno.
El legalismo se fundamenta en la perspectiva de que para que un gobernante mantenga el orden en la sociedad, las personas deben obedecer un conjunto de leyes estrictas y a quienes tengan autoridad (los gobernantes y funcionarios del gobierno).
Los filósofos legalistas crearon así un sistema de castigo y recompensas para ciertos comportamientos. Si los humanos seguían estas reglas, los filósofos aducían en consecuencia, que el estado y su autoridad debían fortalecerse.
El legalismo adquirió bastante popularidad en el período siguiente al de los Estados Beligerantes. En este periodo, el estado Qin, que más tarde se convertiría en la dinastía Qin, intentó unificar al pueblo y establecer un orden en el caos. Si bien el objetivo del orden era el mismo tanto para el legalismo como para el confucianismo, el método para alcanzar dicho orden era muy diferente. Los confucianistas creían que la paz podía restaurarse en China si todos vivían bajo un código de conducta que fomentase la virtud y el respeto. Deseaban devolver al pueblo chino a su antigua gloria y época en la que se enfocaban más en las tradiciones. Los legalistas también deseaban restaurar y reunificar China, pero ellos pensaban que esto podía lograrse solamente a través de la ejecución de leyes estrictas y de un enfoque en la agricultura y la fuera militar.
Los fundadores del legalismo
Shang Yang (c. 390-338 a.C.) se considera uno de los primeros filósofos importantes del legalismo. Como funcionario estatal de Qin, él reorganizó el estado bajo el líder de Qin, Duke Xiao. Shang Yang se apartó del sistema feudal de organización para favorecer la división del área Qin en diversas regiones, cada una con un gobernador para asegurarse de que se siguieran las leyes.1 También estandarizó el sistema de pesos y mediciones y animó a las personas a trabajar como agricultores y soldados; oficios que se consideraban de igual utilidad para el estado. Además de estas reformas, también estableció un nuevo sistema de impuestos, que apuntaba específicamente a los mercaderes con altos impuestos y obligaba a los ciudadanos de Qin a unirse a la milicia. Pero quizás su legado más conocido fue la institución de un código legal estricto que se escribió para infundir el miedo en los miembros de la comunidad Qin. Shang Yang a la larga dejo de contar con el respaldo de Duke Xiao y fue ejecutado de una forma horrible.
Han Feizi (c. 280-233 a.C.) fue el autor de una serie de ensayos que describían la filosofía legalista. Estos escritos se convirtieron en una guía para los gobernantes respecto a la forma de organizar sus estados mediante las creencias legalistas. Enfatizó la importancia de un código riguroso de leyes y creía que la fortaleza del gobernante dependía de la aplicación de tales leyes junto con una milicia fuerte para velar por el orden. Han Feizi se desempeñó como funcionario de gobierno para el estado de Han. Cuando el líder de Qin y el futuro emperador de la dinastía Qin, el emperador Zheng, atacaron a Han, el líder de Han envió a Han Feizi para negociar con Zheng, quien admiraba en gran medida los escritos legalistas de Han Feizi. Han Feizi terminó por quedarse en la corte del emperador. Sus enseñanzas influenciaron de gran manera la organización de los principios del legalismo. Estos son dos extractos de su obra que demuestran tales principios:
“Respecto a tener estándares
En nuestra presente era aquel que puede dar por terminadas las maquinaciones privadas y lograr que los hombres respeten la ley pública será testigo de la seguridad de su gente y de un estado bien organizado; aquel que pueda bloquear ocupaciones egoístas y aplicar la ley pública verá como sus ejércitos se fortalecen y sus enemigos se debilitan. Se deben buscar hombres que tengan un claro entendimiento de lo que es beneficioso para la nación y un sentido por el sistema de leyes y normativas y colocarlos a cargo de funcionarios menores; entonces jamás se podrá engañar al gobernante con mentiras y falsedades. Se deben buscar hombres que
tengan un claro entendimiento de lo que es beneficioso
para la nación y el juicio para evaluar problemas de forma adecuada y colocarlos a cargo de asuntos extranjeros; entonces jamás se podrá engañar al gobernante respecto a sus relaciones con otros entes de poder en el mundo.
Ejercer el poder
El gobernante no intenta trabajar hombro con hombro con su gente y ellos se remiten a respetar debidamente la dignidad de su puesto. Él no intenta decirle a otros qué hacer, sino que los deja para que obren por sí mismos. Estrechamente obstruye su puerta interior y desde sus habitaciones observa el patio; ha dispuesto de las leyes y criterios, para que todos sepan su lugar. Aquellos que ameriten recompensa serán recompensados; aquellos que merezcan castigo serán castigados. La recompensa y el castigo son consecuencia de la obra; cada hombre cosecha lo que siembra. Por lo tanto, independiente de que el resultado sea placentero o detestable, ¿quién se atreve a cuestionarlo? Cuando la brújula y la regla han demarcado una esquina de la verdad, las otras tres esquinas tomarán consciencia de sus actos”.
Luego, Han Feizi expresó en palabras claras la idea de que un líder fuerte y adoctrinado puede establecer orden y crear prosperidad, para beneficio de todos, mediante la escritura de leyes, aplicándolas con solidez y moldeando la sociedad para obedecerlas.
El mismo Han Feizi, sin embargo, no tuvo un buen final. Mientras estaba en la corte del líder de Qin, un antiguo colega suyo, Li Si, se las arregló para ponerlo en prisión. Li Si estaba celoso del conocimiento y las habilidades de Han Feizi. Con miedo a que Han Feizi pudiese usurpar su puesto en la corte, Li Si le ordenó que bebiera el veneno, y Han Feizi murió.
Al sacar del mino a Han Feizi, Li Si (c. 280-208 a.C.) se convirtió en el principal filósofo legalista. Fue él quien en realidad implementó las ideas de los legalistas a través del estado creciente de Qin. Entre sus destacados logros se contempla la construcción de la Gran Muralla para proteger el recientemente unificado estado de los invasores bárbaros y de la creación de un sistema universal de escritura. Li Si fue más crítico con el confucianismo que cualquiera de sus predecesores, y los académicos confucianos aborrecieron sus reformas. Tanto los legalistas como los académicos confucianos creían en el orden, pero muchos confucianos discutían que se podía enseñar a la gente a fomentar y seguir el orden a través de la cultura, en lugar de hacerlo mediante las leyes y la fuerza. En un punto, para intentar limitar el poder del confucianismo y promover el poder del emperador al que servía, Li Si prohibió la educación en historia y convocó a un período de quema de libros. Esto llevó el conflicto entre los legalistas y los confucianistas a instancias incluso mayores.
El legalismo en última instancia pasó de moda con el término de la dinastía Qin y el comienzo de los Han. El emperador Han rechazó la filosofía del legalismo a favor del confucianismo. Además, expulsó a todos los seguidores de la filosofía legalista del gobierno. Si bien el legalismo trabajó en el corto plazo para unificar China, la mayoría creía que no se trataba de una filosofía que podía mantenerse a largo plazo.
1 Se estableció un sistema feudal de gobierno para que un gobernante o aristócrata pudiese intercambiar tierras por servicios, como protección militar o alimento, de clases inferiores de ciudadanos. Cada persona en el sistema se beneficiaría de cierta manera (el guerrero o agricultor recibiría tierras mientras que el gobernante o miembro de la élite recibiría los servicios necesarios), aunque estos beneficios no fueran siempre equitativos.
Fuente
From Han Feizi: Basic Writings. Burton Watson, trans. New York: Columbia University Press, 2003, pp. 22, 38-39.
Bridgette Byrd O’Connor
Bridgette Byrd O'Connor tiene un doctorado en historia de la Universidad de Oxford y ha enseñado Gran Historia, Historia Mundial y AP del gobierno y política de los EE. UU. durante los últimos diez años a nivel de escuela secundaria. Además, es escritora independiente y editora de los programas de estudio del Proyecto Big History y del Curso Intensivo de Historia del Mundo y de la Historia de los Estados Unidos.
Image credits
Este trabajo tiene licencia CC BY 4.0 excepto lo siguiente:
Portada: Guerreros antiguos de terracota parados en un pozo en el Museo de Caballos y Guerreros de Terracota de Qin el 7 de julio de 2006 en el Condado Lintong de la provincia de Shaanxi, China. © Photo by China Photos/Getty Images
Periodo de los Estados Beligerantes, China c. 260 a.C. Por Philg88, CC BY-SA 3.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:EN-WarringStatesAll260BCE.jpg#/media/File:EN-WarringStatesAll260BCE.jpg
Estatua de Shang Yang. Por Fanghong, CC BY 2.5. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Statue_of_Shang_Yang.jpg#/media/File:Statue_of_Shang_Yang.jpg
Losa de piedra con doce caracteres de sello Qin. Por Editor at Large, CC BY-SA 2.5. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4747173