¿Por qué Guerra Mundial?

La Primera Guerra Mundial duró más de cuatro años y acabó con la vida de entre 15 y 19 millones de personas en todo el planeta. Cada muerte fue un ser humano, fuese un soldado en la batalla o un civil atrapado en medio del caos de este violento conflicto internacional. La guerra también devastó la economía mundial y contribuyó a brotes masivos de enfermedades que segaron las vidas de millones de personas más. Entonces, vale la pena preguntarse: ¿por qué ocurrió esta guerra?

Los historiadores generalmente se han decantado por tres enfoques para explicar las causas de la Primera Guerra Mundial. La primera es específica y se centra perfectamente en un evento: el asesinato del Archiduque Francisco Fernando, en Sarajevo el 28 de junio de 1914. La segunda tiene un aspecto más profundo, subrayando las causas del conflicto mediante un estudio cercano de las tendencias mundiales que habían estado creciendo durante varios años. La tercera sugiere que el mundo simplemente se acercó a la guerra, casi por error, a través de una mala gestión de la crisis causada por el asesinato del Archiduque Fernando. Observando cada una de estas teorías sucesivamente resalta la interrogante de si las causas de este mortífero conflicto mundial fueron simples, complejas o accidentales.

Un tiro: El asesinato del Archiduque Francisco Fernando

Probablemente ya habrán aprendido un poco acerca del asesinato del Archiduque Francisco Fernando del Imperio Austro-húngaro. Aunque puede que su relevancia no sea obvia. Después de todo este imperio ya no existe. Fue una de las víctimas de la Primera Guerra Mundial, derrotado y desbaratado al término del conflicto. Pero en 1914, la familia de los Habsburgo había gobernado este imperio por casi cuatro siglos. Se trataba de un imperio enorme y multiétnico en el medio de Europa. El emperador y tío de Francisco Fernando, gobernaba sobre varias de sus comunidades étnicas con dificultad. En primer lugar, el nacionalismo presionaba a muchos de ellos a buscar la independencia. No ayudó que Rusia y los otros rivales de los Habsburgo los estuvieran animando de maneras sutiles y no tan sutiles. Los serbios, uno de estos grupos étnicos, habían logrado que su propio país de Serbia alcanzara la independencia del Imperio Otomano. Pero muchos Serbios aún vivían en la provincia de Bosnia en Habsburgo. Los nacionalistas serbios, tanto en Serbia como en Bosnia, conspiraron a principios del siglo XX para sacar a los Habsburgo de Bosnia. Rusia generalmente apoyaba estos complots. El complot exitoso para asesinar a Francisco Fernando el 28 de junio de 1914 fue parte de un plan más grande. Los conspiradores esperaban que a través de la muerte de Francisco Fernando, provocarsen que el Imperio Austro-Húngaro le declarara la guerra a Serbia. Momento en el cual esperaban que Rusia, su amigo solidario, asumiera la defensa de Serbia, derrotase a los ejércitos de los Habsburgo y ayudase a los serbobosnios a obtener su independencia.

En cierto modo, los conspiradores obtuvieron lo que buscaban. Tras dos días transcurridos del asesinato, el Imperio Austro- húngaro había interpuesto una lista de exigencias ante los serbios. Conocido como el últimatum de julio; dichos requerimientos poco razonables infringían la soberanía nacional de Serbia.¹ Serbia dijo gracias, pero no gracias, y luego acudió a Rusia por ayuda. Los rusos aceptaron defender Serbia en caso de invasión. Las relaciones diplomáticas entre Serbia y el imperio se terminaron y dentro de un mes, gran parte del mundo estaba en guerra.

Tendencias más profundas: Ayudame para que pueda ayudarte a ayudarme

El asesinato del archiduque Francisco Fernando fue la causa inmediata de una guerra entre dos grandes potencias: Rusia y el Imperio Austro-húngaro de los Habsburgo. Pero ¿cómo y por qué este conflicto se convirtió en una guerra mundial? Algunos historiadores argumentan que la respuesta a esta pregunta se encuentra inmersa en tendencias más profundas y la buena noticia es que ya hemos presentado muchas de esas tendencias en este curso.

Comencemos con el sistema de alianza. Existían “comunidades” de naciones, si me permiten, a las cuales todos se comprometían a brindar apoyo. Después de la debacle de las guerras napoleónicas a comienzos del siglo XIX, las grandes potencias europeas deseaban evitar la devastación producida por guerras importantes en el continente europeo. El resultado fue un sistema de alianzas que supuestamente debía mantener el equilibrio del poder en Europa. Enfrentó a dos grandes alianzas entre sí. Una fue la Triple Entente, dirigida por Rusia y Francia, a la que se unió Gran Bretaña varios años antes de la guerra. La otra era la Triple Alianza, que incluía a Austria-Hungría, Alemania e Italia, y más tarde al Imperio Otomano, que finalmente llegarían a conocerse como las Potencias Centrales. Estas alianzas opuestas prácticamente garantizaron que si Rusia y Austro-Hungría iban a la guerra, podrían arrastrar a sus aliados, logrando que el conflicto fuera mucho más grande respecto a los dos enemigos que lo iniciaron.

El nacionalismo, que había estado creciendo rápidamente en muchas áreas del mundo, agregó combustible a la guerra. Por supuesto, el nacionalismo serbio cumplió una función importante en el asesinato de Francisco Fernando. Pero con cada una de las grandes potencias, el nacionalismo también promovía la idea de que el orgullo y la gloria nacional eran razones suficientes para ir a la guerra. Por ejemplo, Francia esperaba que al unirse a Rusia en su guerra pudiesen derrotar a sus rivales alemanes y reclamar territorio (y orgullo) que habían perdido a manos Alemania en una guerra anterior.

El concepto de soberanía nacional era clave en esta época, y al igual que el nacionalismo, ensanchó la guerra mucho más. Gran Bretaña, por ejemplo, solo se unió a la pelea después que las tropas alemanas invadiera a la neutral Bélgica en su paso a Francia. El argumento británico era que ellos debían defender la soberanía belga. Rusia, de manera similar, entró en la guerra técnicamente en defensa de la soberanía serbia.

El imperialismo fue otra tendencia importante que ayudó en la expansión y aceleración de la guerra. Varios de los países en guerra tenían objetivos imperiales en mente cuando se apuntaron a la guerra. Sus motivos en parte se centraban en obtener una ventaja estratégica.

Rusia esperaba obtener el control de los Estrechos de Dardanelos del Imperio Otomano, brindándole a su flota el acceso al Mar Mediterráneo por primera vez. Gran Bretaña y Francia deseaban controlar partes del Imperio Otomano. Japón se unió a la guerra del lado de la Entente (Gran Bretaña, Francia y Rusia) porque esperaban apoderarse de algunas colonias alemanas en el Océano Pacífico. Este imperialismo tenía un motivo económico también. Los imperios buscaban apoderarse de importantes rutas comerciales y materias primas de sus oponentes, así como obtener ventajas estratégicas.

Las grandes potencias tenían tanta experiencia en la construcción de imperios que estaban convencidos de que la guerra sería corta y sencilla. Habían empleado su superioridad militar en África y Asia con bastante frecuencia, y siempre ganaban. ¿Por qué esta nueva aventura imperialista sería diferente? Estas grandes potencias europeas también se creían superiores a los pueblos del Pacífico, Asia y África que habían conquistado. No fue una gran exageración reclamar superioridad sobre otros europeos también.

Finalmente, las nuevas tecnologías proporcionadas por la industrialización implicaron que los preparativos para la guerra, una vez que comenzaron, hicieron inevitable el conflicto real. Todos creían que con las nuevas armas y transportes a disposición, la ventaja sería para el primer país que pudiese movilizar (reunir a sus tropas y avanzar a sus fronteras). Los ferrocarriles ahora podían transportar grandes cantidades de tropas, armas y equipo a las fronteras con rapidez, pero solo de conformidad con los calendarios previamente establecidos. Una vez comenzada, no podían detenerse sin darle la ventaja al enemigo. Por lo tanto, cuando el Imperio Austro-húngaro comenzó a movilizarse contra Serbia, Rusia y Francia debieron apresurarse y poner sus planes en marcha. Aquello implicaba que Alemania debía moverse con velocidad también. Todo esto significaba que una vez que un poder comenzara a mover tropas o maquinaria militar, los demás lo seguirían rápidamente. Luego, no habría vuelta atrás y la guerra comenzaría. Aun así, todos pensaban además que la guerra se terminaría muy rápido, ¡pero vaya que estaban equivocados!

Guerra accidental: No leíste el recordatorio, ataca al objetivo

La ruta llena de obstáculos hacia la guerra creó una imagen de un estado detrás de otro aparentemente impotente o indispuesto a detener un conflicto que pudiesen prever. Esto nos lleva a otra teoría acerca de por qué ocurrió la Primera Guerra Mundial. El mundo en esta época no contaba realmente con sistemas diplomáticos sofisticados. La comunicación entre diplomáticos y sus gobiernos era lenta y limitada y hubo un tiempo en que bastaba simplemente con eso. Pero el cambio tecnológico superó la manera en que las personas pensaban sobre las relaciones internacionales. Con el incremento en la velocidad de la movilización, no había tiempo para la antigua diplomacia. Durante el verano de 1914, a medida que los diplomáticos y gobiernos pensaban largo y tendido respecto al impacto de un asesinato, se perdieron todo tipo de oportunidades para ralentizar la movilización de tropas. Simplemente no podían seguirle el ritmo a los sucesos. Algunos historiadores argumentan que esta insuficiencia, en lugar de profundizar las tendencias subyacentes o incluso el mismo asesinato, fue la responsable de la guerra. Pero para otros historiadores, este tipo de explicación parece insuficiente. Explican que una mejor diplomacia solo habría retrasado lo inevitable. Todas estas grandes tendencias a la larga habían forzado la guerra. ¿Qué creen?

1 Así es, estos términos pueden ser confusos. El nacionalismo se les presentó a ustedes como la idea de que un estado debería ser capaz de gobernarse a sí mismo y no tener a algún imperio al mando. Pero en cierto punto, ese sentimiento alusivo a que deberían gobernarse a sí mismos puede convertirse en la idea de que eres mejor que otras naciones y se convierte en un tipo de patriotismo extremo. Llamamos a eso nacionalismo también. Como veremos, el nacionalismo es algo bastante flexible y puede usarse para muchos propósitos diferentes.