La Primera Guerra Mundial: ¿Una guerra total?

Por Amy Elizabeth Robinson
Una “guerra total” incluye cuatro cosas: Movilización, rechazo al compromiso, distinción nula entre los roles de soldados y civiles y el control de la sociedad. De muchas maneras, la Primera Guerra Mundial fue considerada una guerra total. Nunca se producido una guerra tan ampliamente devastadora.

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Photo of a front page of a British newspaper from 1914. The headline reads “England expects that every man will do his duty.”

Guerra total: Definición y discusión

La Primera Guerra Mundial es a menudo denominada la primera “guerra total”. Las personas de estas época usaban este término para describir el tamaño y devastación de la guerra. Los ayudó a entender cómo los roles de los soldados y civiles eran difíciles de diferenciar. El primer ministro de Francia, Georges Clemeneau declaró en 1917: “Nos presentamos ante el único objetivo de la guerra total... Mi política exterior y mi política interior son las mismas. En casa hacemos la guerra. Afuera hacemos la guerra...Debo continuar haciendo la guerra”. Desde la segunda mitad del siglo XX muchos historiadores también han empleado el término. Los ayudó a analizar qué es lo nuevo acerca de la guerra “moderna”. Algunos historiadores se remontan más atrás que la Primera Guerra Mundial y se refieren a la Guerra Civil de los Estados Unidos como una “guerra total”. Sienten que la Guerra Civil fue una guerra total porque implicó grandes pérdidas y movilización en los Estados Unidos. Pero la Primera Guerra Mundial representó algo nuevo, especialmente en términos de guerra tecnológica y envergadura del impacto.

La idea de guerra total implica cuatro aspectos. La primera, movilización, se refiere a reunir tropas, armas, recursos y otras preparaciones. El segundo consiste en el desdibujamiento de los roles de los soldados y los civiles. El tercero es el rechazo a un “compromiso de paz” o de cualquier resultado distinto de la completa destrucción del enemigo. El cuarto y parte final radica en el control total de la sociedad. En realidad, ninguna guerra ha logrado cumplir a la perfección con estos criterios. Pero podemos ver partes de cada uno en la Primera Guerra Mundial. También somos testigos de estos cuatro aspectos en los efectos sociales, políticos, económicos y ambientales de la guerra.

Photo of several soldiers, many with gauze covering their eyes and leaning into one another. They look to be in a great deal of pain.
Tropas británicas de la 55 división de West Lancashire sufriendo los efectos de un ataque gaseoso alemán, Batalla de Estaires, 1918, por el teniente segundo Thomas Keith Aitken. Por Imperial War Museums. dominio público.

Movilización y el desdibujamiento de los roles los roles entre soldados y ciudadanos

La escala de movilización para la Primera Guerra Mundial fue mucho más allá de cualquier precedente. Esta movilización incluyó el servicio militar voluntario y obligatorio. Los gobiernos y la industria privada trabajaron en unión en la iniciativa bélica. Se remodelaron paisajes y economías.

La gente se sorprendió inicialmente por el estallido de la guerra en 1914. Pero también respondieron con unidad y propósito. Millones de jóvenes se presentaron en los centros de reclutamiento para ofrecerse como voluntarios para el servicio. Solo en Gran Bretaña, 2,6 millones de hombres se ofrecieron como voluntarios. Las mujeres se ofrecieron como enfermeras y ayudantes militares, trabajadoras de comedores y más. Las mujeres también se inscribieron para ocupar puestos de trabajo para que los hombres pudieran convertirse en soldados. Muchas mujeres de clase obrera, por ejemplo, comenzaron a trabajar en la fabricación de armas. Los civiles podían participar dando albergue a los refugiados o a las tropas. Compraban bonos de guerra y certificados de ahorro. También plantaron “jardines de guerra” una vez que comenzó el racionamiento de alimentos.

A photograph shows a woman being lifted into the inside of canon by two male soldiers.
“Una trabajadora de municiones es levantada en el cañón de un arma naval de 15 pulgadas para limpiar el estriado”. Fotografía tomada por Horace Nicholls. Por Imperial War Museums, dominio público.

Los gobiernos e industrias se concentraban en la preparación para la guerra total. Las naciones industrializadas que participaron en la guerra cambiaron gran parte de su producción para elaborar productos de guerra. Las fábricas producían armamento y suministros a un ritmo impresionante. Esto contribuyó al esfuerzo de guerra y generó bastante riqueza para las empresas. La industria producía municiones y piezas para barcos y vehículos. Los negocios agrícolas alimentaban a soldados y civiles. A medida que las empresas se preparaban para la guerra, también mejoraron la tecnología militar. Entre las invenciones destacaban tanques, radios de dos vías, máquinas móviles de rayos X y máscaras de gas.

A medida que progresaba la guerra, los países con reclutamiento militar (proyectos) obligaban los hombres a convertirse en soldados con mayor frecuencia. Esto proporcionó un suministro de hombres jóvenes a bajo costo para el frente de batalla. Todos los principales países en guerra hacían uso del reclutamiento. En general, la cantidad de despliegues militares durante cuatro años de guerra era inimaginablemente inmenso. La historiadora Kimberly A. Redding dice:

Cerca de 65.000.000 hombres se movilizaron entre 1914 y 1918. Si bien no todos sirvieron en la primera línea, la tasa de bajas (muertos, heridos y desaparecidos en acción como porcentaje de los movilizados) fue superior al 50 por ciento entre las fuerzas austrohúngaras, australianas, búlgaras, francesas, alemanas, rusas y ANZAC. 8,5 millones de soldados murieron y al menos el doble de esa cifra presentaba heridas. De estos, al menos 9,5 millones se consideraron discapacitados permanentemente....

La duración y la violencia de la guerra pasaron factura. La guerra incluso aumentó la devastación por causa de la enfermedad. Cuando estalló la gripe en 1917-1918, se propagó rápidamente por los movimientos de tropas y trabajadores. Causó la muerte del 3- 5% de la población mundial. Al igual que el gas venenoso, no discriminó en el daño que causaba.

Destrucción completa del enemigo

A propaganda artwork shows a woman, standing on the sea. Behind her, many people look to be drowning and a ship is sinking. The sky is bright orange and a banner reads “Take up the sword of justice”.
artel de propaganda británica con el hundimiento del Lusitania de fondo, por el Comité de Reclutamiento Parlamentario, 1915. Por Imperial War Museums, dominio público..

Las guerras europeas a comienzos del siglo XX fueron regidas por las Convenciones de La Haya de 1899 y 1907. Estos fueron un conjunto de acuerdos internacionales que describen las reglas de la guerra y los crímenes de guerra. (Esto no fue cierto para las guerras coloniales. Aquellas fueron consideradas “imperiales” en lugar de asuntos internacionales). Muchas reglas de la Convención de La Haya fueron infringidas durante la Primera Guerra Mundial. Una regla establecía que la guerra no puede comenzar sin una advertencia clara. La invasión alemana de Bélgica violó dicha regla. Se utilizó gas venenoso aunque estaba prohibido por ambas convenciones. La propaganda aliada hizo uso excesivo de los crímenes de guerra alemanes. Pero, irónicamente, se usó para promover un enfoque de “guerra total” para el progreso y la resolución de la guerra. “La estrategia militar dictaba devastación”, afirma el historiador Tait Keller. Las tierras se inundaron a propósito y se destruyó todo lo que pudiera ser útil para el enemigo. Grandes armas bombardeaban (disparos rápidos y extensos) al enemigo. Se usaron armas químicas y los compromisos fueron desestimados. Las acciones eran desconcertantes por todo Europa.

La Primera Guerra Mundial planteó varias interrogantes sobre la guerra tecnológica. En la primera mitad de 1915, la preocupación de la gente incluso se acrecentó. Fue entonces cuando el gobierno alemán comenzó las incursiones de Zeppelin en las ciudades de las naciones aliadas. Alemania declaró que atacaría la navegación aliada usando submarinos y usó armas químicas en Ypres en Bélgica. Luego hundieron el navío británico RMS Lusitania. Continúa el debate sobre si el Lusitania era un objetivo militar válido. Llevaba pasajeros civiles y tripulantes de muchas naciones. Pero también llevaba una gran cantidad de municiones para los aliados. Según la opinión pública, el hundimiento se convirtió en un símbolo de brutalidad alemana y los nuevos extremos de la guerra.

Al comienzo de la guerra, muchos europeos creían que los avances modernos en tecnología harían de la guerra algo más eficiente y manejable. Pero la tecnología militar se había desarrollado mucho más rápido que el conocimiento y la experiencia de cómo usar dicha tecnología. Tal como los historiadores J.R. y William McNeill explican:

La medicina militar había progresado al punto en que los doctores podían mantener a ejércitos gigantescos libres de epidemias el tiempo suficiente para que pudieran participar en la prolongada carnicería de la guerra de trincheras. La artillería pesada y los gases venenosos hicieron que la vida en las trincheras fuera un infierno, mientras que las ametralladoras hicieron que salir de las trincheras fuera extremadamente letal.

Control total de la sociedad

La guerra afectó a todas las áreas de la sociedad. Las empresas privadas obtuvieron enormes beneficios apoyando la guerra. Estas compañías suministraban armas, materias primas y transporte. Esta cadena de suministro tuvo un impacto global. Muchos testigos describieron la ruina de los paisajes en el Frente Occidental. Las bombas dejaban cráteres en campos y otrora bosques. Trincheras entrecruzaban la tierra. Las zonas rurales estaban repletas de gases tóxicos. Estos paisajes, sin embargo, fueron recuperados después de las batallas de la guerra. La industrialización y la extracción de recursos causaron un daño incluso más grande al ambiente que se extendía más allá del frente de batalla.

Las economías locales y los ecosistemas lejos de Europa se reformaron radicalmente. La madera se eliminó en el Líbano, Gran Bretaña, India, Canadá, los EE. UU. y en los territorios ocupados por Alemania. Se extraía estaño en Malasia. La máquina de guerra comenzó a depender del petróleo de México y Estados Unidos (y en menor medida del Medio Oriente). La agricultura industrial transformó las llanuras estadounidenses. En palabras del historiador Tait Keller, “la distinción entre la guerra moderna y la industria moderna, en muchos sentidos, se había desvanecido. Ocurrieron transformaciones del entorno natural en lugares externos a las zonas de combate. Las personas alejadas de los combates sintieron la guerra en su vida cotidiana a través de su largo alcance ambiental”.

Los gobiernos también ampliaron su participación en las vidas personales de los civiles. Censuraron a la prensa y distribuyeron propaganda. Aprobaron nuevas leyes de nacionalidad y normas sociales que restringían a las comunidades minoritarias. También regularon estrictamente cómo se producían y distribuían los alimentos. Muchos historiadores piensan que esta intrusión del estado en las vidas privadas era una de las consecuencias más importantes de la guerra.

Ciertos grupos estaban dispuestos a renunciar a algunos de sus derechos y dejar de lado sus diferencias al comienzo de la guerra. Esto incluía trabajadores urbanos, súbditos coloniales, mujeres sufragistas e incluso los propios soldados. Pero ante el número constante de víctimas, encontraron cada vez más difícil apoyar a sus gobiernos. La tensión ocasionó una revolución en los imperios ruso y otomano. En otros lugares, propició disturbios, cinismo, trauma y el crecimiento de nuevos movimientos sociales a través de las fronteras nacionales.

La Primera Guerra Mundial de ciertas formas mostró el impacto del rápido crecimiento en cuatro áreas durante “el largo siglo XIX”. Estos contemplaban industrialización, imperialismo, conexiones internacionales y conflictos. La guerra también descompuso imperios poderosos y creencias de larga data en “progreso” y “civilización”. Ciertamente no fue una “guerra para terminar con todas las guerras”, pero fue una guerra de una intensidad e impacto sin precedentes. Los efectos de esta guerra total se dejaron sentir por años, pero especialmente entre los hombres y mujeres jóvenes que experimentaron la guerra de primera fuente. Estos jóvenes que fueron testigos de los horrores de la guerra y vieron morir a sus amigos en el campo de batalla a menudo se denominaban la “generación perdida”, un término utilizado por la autora Gertrude Stein para describir a su amigo Ernest Hemingway: “Eso es lo que son. Eso es lo que todos son”, dijo la señorita Stein. 'Todos ustedes jóvenes que sirvieron en la guerra. Ustedes son una generación perdida”.

Fuentes

Hemingway, Ernest. A Moveable Feast. New York: Charles Scribner's Sons, 1964.

Keller, Tait. "Destruction of the Ecosystem," in: 1914-1918-online. International Encyclopedia of the First World War, ed. by Ute Daniel, Peter Gatrell, Oliver Janz, Heather Jones, Jennifer Keene, Alan Kramer, and Bill Nasson, issued by Freie Universitat Berlin, Berlin 2018-08-28. DOI: 10.15463/ie1418.10371.

McNeill, J.R. and William H. The Human Web: A Bird's Eye View of World History. New York: W. W. Norton & Company, Inc., 2003.

Redding, Kimberly A. "The Social Costs of War," in: 1914-1918-online. International Encyclopedia of the First World War.

Amy Elizabeth Robinson

Amy Elizabeth Robinson es escritora, editora e historiadora independiente con un doctorado en la Historia de Gran Bretaña y el Imperio Británico. Ha impartido docencia en la Universidad Estatal de Sonoma y la Universidad de Stanford.

Créditos de las imágenes

Creative Commons Este trabajo tiene licencia CC BY 4.0 excepto lo siguiente:

Portada: Comienza la Guerra Mundial. 5 de agosto de 1914: La portada del Daily Express del 5 de agosto de 1914 el día en que se declaró la guerra contra Alemania. © Photo by Express/Express/Getty Images.

Tropas británicas de la 55 división de West Lancashire sufriendo los efectos de un ataque gaseoso alemán, Batalla de Estaires, 1918, por el teniente segundo Thomas Keith Aitken. Por Imperial War Museums. dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:British_55th_Division_gas_casualties_10_April_1918.jpg#/media/File:British_55th_Division_gas_casualties_10_April_1918.jpg

“Una trabajadora de municiones es levantada en el cañón de un arma naval de 15 pulgadas para limpiar el estriado”. Fotografía tomada por Horace Nicholls. Por Imperial War Museums. dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:WomenWith15inchGunCOW.jpg

Cartel de propaganda británica con el hundimiento del Lusitania de fondo, por el Comité de Reclutamiento Parlamentario, 1915. Por Imperial War Museums. dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Take_Up_the_Sword_of_Justice.jpg#/media/File:Take_Up_the_Sword_of_Justice.jpg