Caída de Roma
Dirigidos a una caída
En su apogeo el 117 d.C., el Imperio Romano abarcaba unos 2,3 millones de millas cuadradas (5,9 millones de kilómetros cuadrados) en tres continentes, África, Asia y Europa. Se estima que al parecer 60 millones de personas vivieron dentro de sus fronteras. Fue uno de los imperios más grandes y poderosos del viejo mundo. Sin embargo, el imperio no pudo mantener este tamaño. Dentro de unas pocas décadas de la muerte del emperador Trajan en 117 AD, Mesopotamia se perdió a manos de los partos en la antigua Irán. Los romanos no volverían a tomar el control de Mesopotamia1. En Europa, la larga frontera a través de la Germania densamente arbolada resultó ser demasiado costosa de defender, lo que obligó al Imperio a ceder tierras a las tribus germánicas y retroceder hasta los ríos Ródano y Danubio.
Cuando Diocleciano se convirtió en emperador romano en 284 d.C., heredó un imperio al borde del colapso. Le antecedieron varios gobernantes débiles que ascendieron demasiado rápido y con frecuencia eran asesinados. Las redes de comercio internacional estaban fallando y el inmenso mundo conectado del Imperio Romano casi desapareció. Cuando Diocleciano asumió el cargo, implementó una serie de cargos para salvar a su imperio. Muchos de estos cambios no perdurarían mucho tiempo tras su muerte, aunque instauró efectivamente la tan ansiada estabilidad. En el Occidente, el imperio se tambalearía por otro sigo y medio, mientras que en el Oriente, su reinado se extendería por un milenio.
Diocleciano creó la tetrarquía que dividió al imperio en cuatro gobernantes: dos emperadores experimentados y dos jóvenes. Juntos gobernarían un amplio imperio. Sin embargo, poco después de su muerte en 311 d.C., los gobernantes volvieron a luchar entre sí por el control. Constantino el Grande (gobernó entre 306 y 337 d.C.) se posicionaría como vencedor. Bajo Constantino, el cristianismo se volvió legal y eventualmente la religión dominante. La nueva ciudad capital Constantinopla (actual Estambul, Turquía) se creó como si fuera la Nueva Roma. Esto fue en la parte oriental del imperio, que fue mucho más saludable y más estable.
Las cosas estuvieron cuesta abajo por los próximos 140 años, en especial en la zona occidente. El poder solía recaer en manos de emperadores infantes, quienes eran guiados por generales. La economía era un desastre a causa de la reducción dramática del comercio internacional. Los vándalos bajo su rey Genserico (389-477 d.C.) se apoderaron del norte de África y aislaron al Imperio Romano Occidental de su principal fuente de grano. Dentro del imperio, se volvieron cada vez más locales. Esto hizo mucho más difícil para el gobierno recaudar los impuestos que necesitaba para sus vastos ejércitos. A lo largo de Europa, las tribus germánicas comenzaron a presionar al imperio, a menudo motivados por la esperanza de tener seguridad y protección contra fuerzas como Atila el Huno. En el Oeste, estas fuerzas adquirieron demasiada fuerza para ofrecer resistencia. Luego, en el 476 d.C., el último emperador, Rómulo Augústulo, fue depuesto a la edad de 16 años.
Romanitas: ser y convertirse en romano
En el 212 d.C., el emperador Caracalla publicó la Constitución Antonina. Proporcionó la ciudadanía a todos los hombres libres dentro de las fronteras del Imperio Romano, sin importar qué tan lejos de Roma viviesen. La idea de una identidad romana o romanitas fue impulsada con fuerza a través de la educación y gobierno. A todos los que vivían en el otro costado de las fronteras se les consideraba bárbaros no romanos. Este sentido de superioridad social fue más evidente en la forma en que los romanos lidiaron con las tribus germánicas. En el año 350 d.C., los grupos germanos intentaban migrar al Imperio Romano, pero aunque los romanos los usarían como tropas, estos germanos tenían pocas posibilidades de ser aceptados como “romanos”. Aunque los germanos pronto demostrarían que no necesitaban ser romanos para aprender la forma de romanitas.
En 375 d.C., el emperador Valentiniano I se reunió con los líderes tribales germánicas de Quadi. Los Quadi habían atacado previamente a las fuerzas romanas que habían cruzado el río Danubio. Le explicaron al emperador que esto se debía a que habían dispuesto de campos militares junto al río en su territorio, creando una barrera contra ellos. Fue tan insultado por la culpa que le atribuyeron a causa de sus acciones que “estalló en un fuerte ataque de ira”, sufrió un aneurisma y murió. Tres años más tarde, en 378 d.C., una confederación (grupo) de tribus germánicas derrotó a los romanos en la batalla de Adrianópolis en la Península Balcánica y mató al emperador Valente. Esta batalla fue la consecuencia de una serie de abusos sufridos por los germánicos a manos de los oficiales romanos. La confederación luego se unificó como los visigodos bajo su primer rey, Alarico. A Alarico y sus súbditos se les negó repetidamente el refugio seguro o reconocimiento como ciudadanos, simplemente por su ascendencia germánica. Alarico y los visigodos contraatacaron saqueando Roma en el 410 d.C. Cuando el Imperio Romano Occidental cayó en 476 d.C., fue reemplazado por una serie de reinos gobernados por los mismos germanos que los romanos tanto despreciaban. Sin embargo, incluso tras la caída de Roma, difundió su romanitas a las tribus germánicas. No es pequeña la ironía en cómo los reinos germánicos que surgieron en Europa Occidental después del d.C., así como el poder creciente de la Iglesia Católica, fueron modelados después del Imperio Romano. En ese sentido, las tradiciones romanas continuaron mucho después de la caída de Roma.
Comprensión de la caída de Roma
En 1984 A. Demandt publicó una lista de 210 razones que los historiadores han dado para la caída del Imperio Romano. La lista señala todo desde impuestos a la hipotermia a los baños públicos, pero probablemente habían muchas causas. Internamente el imperio presentaba fallas en el plano económico. Había perdido su base tributaria y el comercio a larga distancia estaba interrumpido. La población del Imperio Romano Occidental se desconectó del emperador, viviendo en comunidades pequeñas, localizadas y autosuficientes que ya no podían depender de su emperador para cuidarlos y protegerlos. En el exterior, los extranjeros como aquellas tribus germánicas cruzaban hacia el imperio en cifras abultadas. Muchos probablemente solo querían unirse a Roma, no invadirla o destruirla, pero los romanos continuaron despreciándolos.
Más allá de preguntarse la razón de su caída, es importante preguntá qué significa la caída de Roma para los historiadores. Algunos la ven como algo catastrófico. Observando las ruinas de Roma, estos historiadores ven la caída de Roma como el final violento y sangriento de una civilización, llevando a Europa a una Edad Oscura que era primitiva y bárbara en comparación con la vida anterior bajo el Imperio Romano. Otros la perciben como la caída de Roma como un periodo de transición. Si bien la autoridad central del Emperador Romano Occidental desapareció en 476 d.C., las instituciones romanas, desde la Iglesia Católica a la ley romana, continuaron en los reinos germánicos que vendrían después. El Imperio Romano de Oriente sobrevivió a este período difícil y continuó como el Imperio Bizantino hasta su caída en 1453 ante los otomanos. Sobrevivió cuando Occidente no lo logró a causa de una variedad de razones, en particular, que su sociedad estaba más cohesionada, su base tributaria era más sólida y su ubicación le proporcionó una protección algo mejor contra las incursiones germánicas.
1 El emperador romano Valeriano intentó retomar el control de Mesopotamia en el 260. Mala idea. ¡Fue capturado por el gobernante persa sásanida Shapur y pasó el resto de sus días como taburete de Shapur! Después de su muerte, se desoyó la piel de su cadáver y se colgó detrás del trono del emperador persa.
Referencias
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Heather, Peter. The Fall of the Roman Empire: A new history of Rome and the barbarians. Oxford: Oxford University Press, 2006.
Mitchell, Stephen. A History of the Later Roman Empire, AD 284-641. West Sussex: John Wiley & Sons, Inc, 2015.
Ward-Perkins, Bryan. The Fall of Rome and the End of Civilization. Oxford: Oxford University Press, 2005.
Dennis RM Campbell
Dennis RM Campbell es profesor adjunto de Historia en la Universidad Estatal de San Francisco. Principalmente realiza investigaciones sobre temas esotéricos en la historia antigua y escribe sobre lenguas, religiones y sociedades antiguas.
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Portada: Una perspectiva del Foro Romano en el Coliseo de la Colina Capitolina en Roma, Italia. © Chase Dekker Wild-Life Images / Moment / Getty Images
Mapa del Imperio Romano en 117 d.C. que lo muestra en todo su esplendor. Por Andrei nacu, dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:RomanEmpire_117_recoloured_2.svg#/media/File:RomanEmpire_117_recoloured_2.svg
Esculpido en relieve de los cuatro tetrarcas. Se exhibe cada Augusto abrazando al César más joven. Estas estatuas en relieve son de Constantinopla. Por Dennis Jarvis, CC BY-SA 2.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Italy-1422_-_The_Tetrarchs_(5226921309).jpg#/media/File:Italy-1422_-_The_Tetrarchs_(5226921309).jpg
Mapa del Imperio Romano durante la tetrarquía. Tener en cuenta cómo el imperio se ha dividido en cuatro partes para cada uno de los gobernantes. Por Coppermine Photo Gallery, CC BY-SA 3.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tetrarchy_map3.jpg#/media/File:Tetrarchy_map3.jpg
Mosaico de Constantino el Grande sosteniendo un modelo de Constantinopla, la ciudad que creó y nombró en su honor. Esto se encuentra en Haghia Sophia y probablemente data de principios del siglo XI d.C. Por Myrabella, dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Constantine_I_Hagia_Sophia.jpg#/media/File:Constantine_I_Hagia_Sophia.jpg
Ilustración de la década de 1920 que muestra a Alarico y sus visigodos marchando por las calles de Roma , después de saquear la ciudad. Se decía que el saqueo había sido particularmente leve: ¡no mataron a demasiadas personas ni robaron demasiados objetos! Dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Alaric_entering_Athens.jpg#/media/File:Alaric_entering_Athens.jpg
La vista de las ruinas del foro en Roma ha tenido un tremendo impacto en cómo algunos historiadores han visto la Caída de Roma. Según algunos, si estas piedras rotas son lo que quedó del otrora poderoso y orgulloso imperio, debe haber tenido un colapso dramático. Por Kimberlym21, CC BY-SA 4.0. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Roman_Forum,_Ancient_Rome.jpg#/media/File:Roman_Forum,_Ancient_Rome.jpg